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Antes de que acabe 2024 los fabricantes moverán ficha por las emisiones de CO2 y las multas

Los fabricantes de automóviles y furgonetas en Europa están haciendo un llamado urgente a los responsables de la toma de decisiones en la Unión Europea (UE) para que se tomen medidas decisivas sobre la normativa ‘CAFE’ de emisiones de CO2 que comenzará a aplicarse a partir del próximo año, antes de que concluya 2024. Este anuncio se realiza en un contexto donde la competitividad y el empleo en la industria automotriz se encuentran en riesgo, según la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles.

La llamada a la claridad para el futuro del empleo

La Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA) ha enfatizado que para dar apoyo a la transición verde, se necesita claridad sobre el empleo y las inversiones antes de finalizar el año. Esto es crucial para evitar perjuicios innecesarios a la competitividad de Europa. Un entorno legal incierto puede poner en riesgo no solo las inversiones, sino también una gran cantidad de empleos en el sector.

ACEA ha reiterado su compromiso con el objetivo de neutralidad climática de la UE para 2050 y con la transición hacia una movilidad de cero emisiones. Sin embargo, la asociación ha señalado que a partir de 2025, los nuevos límites de emisiones de CO2 afectarán directamente a los fabricantes. Estos podrían enfrentarse a consecuencias dañinas si no se cumplen los objetivos establecidos, lo que generaría un efecto dominó en toda la industria.

Normativa ‘CAFE’: Nuevos desafíos para los fabricantes

La normativa ‘CAFE’, que establece estándares de emisiones de combustible, exige que a partir de 2025, las emisiones de CO2 se reduzcan a 93.6 gramos por kilómetro para todos los automóviles vendidos en los 27 países de la UE. Cualquier fabricante que incumpla estos límites podría ver sanciones de hasta 95 euros por cada gramo excedido de emisiones, lo que representa un desafío considerable para la industria.

Interacción de factores clave

A diferencia de lo que ocurrió hace cuatro años, los fabricantes saben que para cumplir con los objetivos de reducción de CO2 más estrictos, una interacción efectiva entre varios factores es crucial. ACEA ha puntualizado que por sí solo, el cumplimiento normativo no es suficiente; el impulso del mercado también juega un papel fundamental en esta transición.

Sin embargo, las estadísticas actuales revelan que las ventas de vehículos eléctricos se han estancado en aproximadamente un 13% del mercado europeo, muy por debajo del objetivo ideal. Esta brecha es demasiado grande para ser cerrada rápidamente, lo que resalta la necesidad de tomar acciones específicas y decisivas en el corto plazo.

Inversiones en riesgo: El llamado a la acción

Luca de Meo, presidente de ACEA y consejero delegado del Grupo Renault, ha advertido que sin una declaración política clara por parte de la Comisión Europea antes de finales de 2024, la industria del automóvil podría perder hasta 16.000 millones de euros en inversiones. Esta cifra alarmante se relaciona con las multas a las que se verían sometidos los fabricantes o, incluso, con la reducción de la producción. Todo esto afectaría no sólo la competitividad, sino también el empleo en la cadena de valor de la industria automotriz.

La necesidad de claridad inmediata

De Meo ha subrayado que esperar al inicio del diálogo estratégico sobre el futuro de la industria del automóvil no es una opción viable. Necesitan claridad ahora para establecer estrategias de cumplimiento efectivas y Donde podrán hacer acuerdos de agrupación y otras disposiciones necesarias para 2025. Este tiempo limitado podría tener repercusiones serias si no se actúa de manera decidida.

Multas: Una solución temporal

El directivo del grupo automotriz afirma que “en un sistema que funcione bien, el pago de multas debería ser la excepción, no la norma”. De Meo señala que evitar las multas debería basarse en criterios coherentes, que no conduzcan a daños irreversibles en la industria. A pesar de la promesa de ACEA de invertir 250.000 millones de euros en la transición hacia una movilidad ecológica, la realidad es que el paso hacia esta meta no está avanzando como se esperaba.

Flexibilidad legal: Un elemento clave para la transición

ACEA ha resaltado que la flexibilidad legal es un componente crucial para mantener el flujo de inversión y la transición hacia una movilidad sostenible. Las opciones que se barajan para aliviar la carga de cumplimiento, como la aplicación gradual de normativas o el cumplimiento promedio a lo largo de varios años, no solo son necesarias, sino que también permitirían a los fabricantes adaptarse mejor a la realidad del mercado.

Factores que afectan el mercado automotriz

Entre los factores que están influyendo negativamente en la transición se encuentran las tensiones comerciales, el aumento de los costes de fabricación, el lento crecimiento de la infraestructura de carga y la reducción de los subsidios a las compras. ACEA ha recordado que estas opciones son ya conocidas en otras legislaciones de la UE y son utilizadas en importantes jurisdicciones que buscan reducir las emisiones de CO2.