¿Quién iba a pensar que los verdaderos antisistema no son los que se manifiestan en plazas ni los que llevan pancartas en contra de las grandes corporaciones? No, en España hemos descubierto que los verdaderos revolucionarios son los conductores que osan evitar el carril derecho de nuestras autopistas destrozadas. Estos héroes cotidianos, que solo intentan proteger su coche de los cráteres más profundos que un paisaje lunar, ahora se enfrentan a multas de hasta 200 euros. Porque, claro, desafiar el reglamento general de circulación es un acto de rebeldía digno de sanción… ¿o no?
1Un carril derecho para valientes (o kamikazes)
Hablemos claro: el carril derecho, en muchas autopistas de España, parece más una prueba de obstáculos que una vía de circulación. Especialmente si has tenido la desdicha de circular por la A-6, esa maravilla que conecta Madrid con La Coruña. Los camiones, con su peso descomunal, han convertido este carril en un campo de minas de asfalto. Pero no te preocupes, porque el Estado está siempre dispuesto a recordarte que el mantenimiento de las infraestructuras es… ¿cómo decirlo suavemente? Opcional.
Así que, mientras esquivas socavones que podrían tragarse un utilitario entero, la Dirección General de Tráfico (DGT) está al acecho, lista para multarte si decides trasladarte al carril central o al izquierdo. No importa si estás intentando evitar daños irreparables en tus amortiguadores; lo que importa es que estás infringiendo una norma. Y las normas, amigo mío, están para cumplirlas, aunque eso signifique arruinarte el coche.
