Aparcar en línea puede ser un verdadero desafío para muchos conductores, especialmente en calles concurridas o en espacios limitados. La maniobra requiere precisión, paciencia y control del vehículo para evitar obstáculos y estacionarse correctamente. La Dirección General de Tráfico (DGT) ha publicado recomendaciones que simplifican este proceso, haciendo que aparcar en línea sea más accesible y menos estresante para todos los conductores. Con estos consejos, incluso aquellos con menos experiencia pueden dominar esta técnica y estacionar con confianza y rapidez.
Antes de iniciar cualquier maniobra, es fundamental preparar tu vehículo para el estacionamiento. Esto incluye señalizar con los intermitentes con suficiente antelación para advertir a otros conductores de tus intenciones. La preparación correcta no solo evita accidentes, sino que también reduce el estrés de la maniobra al asegurar que los demás conductores te brinden espacio. Además, asegúrate de posicionar tu coche paralelo al vehículo delante del espacio disponible, alineando el respaldo del asiento trasero con el parachoques del coche estacionado.
1Retrocede con precisión
La clave para un aparcamiento en línea exitoso radica en la primera maniobra de retroceso. Comienza dando marcha atrás con el volante girado completamente hacia la derecha. Este movimiento permite que la parte trasera de tu vehículo gire hacia el espacio deseado. Continúa retrocediendo hasta que puedas ver la esquina derecha del parachoques del coche que se encuentra detrás a través del retrovisor. Este paso garantiza que estás en la posición adecuada para seguir maniobrando y minimiza el riesgo de impactos.