El aquaplaning es una de las situaciones más peligrosas que podemos vivir al volante. Un problema que se produce cuando llueve y los neumáticos de nuestro coche no son capaces de desalojar el agua de la carretera por falta de dibujo, baja presión, velocidad inadecuada o cuando hay acumulación de agua en el asfalto. Al ocurrir esto, las ruedas flotan y perdemos el control del vehículo.
Las condiciones meteorológicas del otoño y el invierno, con lluvias más frecuentes, hacen que este fenómeno cobre presencia. Por eso, la Guardia Civil acaba de publicar en sus redes sociales 5 valiosos consejos sobre cómo actuar en caso de que nos sorprenda el aquaplanig. Apúntalos.
3Distancia de seguridad y de frenado
Mantener una distancia de seguridad adecuada con el vehículo que nos precede es una de las claves cuando se circula con lluvia y el pavimento mojado, situaciones en las que está presente el aquaplaning. Esto nos servirá para evitar que, en una frenada imprevista, impactemos contra otros vehículos.
Hay que tener en cuenta que detener un coche con el suelo resbaladizo a causa de la lluvia nos va a costar mucho más espacio y tiempo que si lo hiciéramos con el pavimento seco. En concreto, según los estudios, la diferencia entre frenar en asfalto seco a 90 km/h y hacerlo con el piso mojado es de 32 metros más.