El aquaplaning es una de las situaciones más peligrosas que podemos vivir al volante. Un problema que se produce cuando llueve y los neumáticos de nuestro coche no son capaces de desalojar el agua de la carretera por falta de dibujo, baja presión, velocidad inadecuada o cuando hay acumulación de agua en el asfalto. Al ocurrir esto, las ruedas flotan y perdemos el control del vehículo.
Las condiciones meteorológicas del otoño y el invierno, con lluvias más frecuentes, hacen que este fenómeno cobre presencia. Por eso, la Guardia Civil acaba de publicar en sus redes sociales 5 valiosos consejos sobre cómo actuar en caso de que nos sorprenda el aquaplanig. Apúntalos.
4La velocidad, otra de las causas del aquaplaning
Conducir a una velocidad inadecuada sobre pavimento mojado es otra de las causas que puede provocar el efecto aquaplaning. Cuando llueve, la lógica nos dicta que debemos ir más despacio y conducir a la velocidad que se ajuste a las características de la vía y del estado de la misma.
En definitiva, lo normal es que la velocidad a la que circulamos con nuestro coche nos permita detener el vehículo con seguridad. Además, es importante no realizar maniobras bruscas y frenar o acelerar con suavidad para evitar perder el control del vehículo.
