La digitalización en la industria del automóvil ha traído consigo avances espectaculares: coches conectados, sistemas de asistencia avanzados y actualizaciones remotas. Sin embargo, también ha abierto la puerta a una nueva amenaza: los ciberataques. En los últimos años, los coches han pasado de ser medios de transporte a objetivo de los ciberdelincuentes.
Según el último informe de Cipher, empresa global de ciberseguridad, en 2024 se registraron 960 ataques al sector de la automoción, un aumento de un 63% respecto al año anterior. La amenaza no solo afecta a fabricantes y concesionarios, sino también a los conductores, que pueden ser víctimas de robos, fraudes o incluso la toma remota del vehículo. En este artículo, analizamos las principales vulnerabilidades y cómo puedes protegerte si intentan hackear tu coche.
1Las grietas invisibles de los vehículos conectados
El aumento de la conectividad en los vehículos ha expuesto a la industria del automóvil a nuevos riesgos. Los coches modernos cuentan con múltiples sensores, conexiones a internet y sistemas que dependen de software, lo que los hace vulnerables a ataques cibernéticos. Los ciberdelincuentes pueden explotar fallos de seguridad para hackear el sistema del coche y tomar el control de diversas funciones, desde los frenos hasta el motor.
El informe de la empresa Cipher revela que grandes fabricantes como Toyota, Volkswagen y Mazda han sufrido más de 440 vulnerabilidades en el último año. Muchas de estas brechas, por errores en la programación del software, lo que permite a los atacantes hackear los sistemas sin necesidad de contacto físico con el vehículo.