En los últimos días, se ha dado a conocer una medida innovadora en Hungría para controlar que sus ciudadanos no superen los límites de velocidad, después de que se hiciera viral un vídeo en las redes sociales españolas. La idea ha capturado la atención de conductores y curiosos alrededor del mundo, mostrando cómo la creatividad puede combinarse con la seguridad vial.
Desde las autoridades húngaras, se han establecido unas señales de corcheas para indicar donde comienza el tramo en el que se puede escuchar una melodía. La zona musical se encuentra dentro de la autovía A-67, que se construyó en 2019 en el sur del condado de Somogy. Todo con la intención de lograr disminuir la cantidad de accidentes que había en esas carreteras.
¿Cómo funciona esta curiosa medida en Hungría?
El procedimiento comienza cuando los conductores visualizan unas figuras musicales pintadas en la calzada. A partir de este punto, se encuentran con unas crestas y surcos en el carril derecho, que generan vibraciones al entrar en contacto con las llantas del vehículo. Este diseño ingenioso convierte la carretera ubicada en Hungría en un instrumento musical que toca una melodía reconocible mientras se conduce a la velocidad adecuada.
En este caso, la pieza que suena es un pequeño fragmento de 30 segundos de la canción “A 67-es út” de la banda de rock húngara Republic. El tramo de unos 500 metros fue inaugurado en memoria del cantante del grupo, conocido como Cipö, fallecido en 2013. La melodía se convierte así en un homenaje, al mismo tiempo que cumple una función de seguridad vial.
Viralización y efecto en la conducción
Un vídeo compartido recientemente por un conductor muestra esta curiosa experiencia y se ha viralizado a nivel mundial, acumulando un gran número de visualizaciones. La clave de esta medida es que si un vehículo supera los límites de velocidad, la melodía no se escuchará de forma nítida; en cambio, el sonido se distorsionará, creando una experiencia auditiva molesta para el que pase por esa ubicación en Hungría. Esto obliga a reducir la velocidad para disfrutar de la canción correctamente.
Esta iniciativa húngara, aunque recientemente famosa, no es única en el mundo. La primera carretera musical se creó en Dinamarca en 1995. Desde entonces, varios países han implementado medidas similares, incluyendo China, Argentina, Japón y Estados Unidos. Cada una de estas carreteras tiene su propio repertorio musical y su propia manera de contribuir a la seguridad vial.
