Los badenes son molestos, inesperados, perjudiciales y rompen nuestra paz y tranquilidad en los viajes. Pero puede que eso no sea lo único que rompan. Cada vez nos encontramos más badenes y pasos de peatones elevados en las calles porque las administraciones recurren a estos resaltos como una solución disuasoria para reducir las velocidades en zonas peligrosas. Es algo que no falla.
En el caso de los badenes, estos se sitúan, por ejemplo, antes de un paso de peatones o en rectas donde se pueda alcanzar bastante velocidad. Aceptamos vivir con ellos porque su molestia es directamente proporcional a la legitimidad de su objetivo. Se instalan para evitar atropellos. Esta es su función principal.
3Recomendaciones si pasas por badenes
Ya que nos encontraremos con estos “amigos” en las calles y sabemos que no nos podemos librar de ellos, algunas recomendaciones para evitar sus inconvenientes son necesarias y bienvenidas. En la medida de lo posible, el objetivo es retrasar las posibles averías que hemos comentado:
- Anticiparse a la llegada para no dar un frenazo en el último momento, ya que esto no evitará el golpe en ningún caso.
- No poner punto muerto porque esto hará que tengamos mucho menos control sobre el coche.
- No pisar el pedal del embrague innecesariamente ni accionar la caja de cambios.
- Circular despacio por las zonas donde haya badenes o pasos de peatones elevados, respetando los límites de velocidad en las calles.
- Salir del badén ligeramente para hacer la maniobra mucho más suave y que la incorporación a la calzada sea más progresiva.
- Pasarlos con las dos ruedas de cada eje al mismo tiempo para evitar el desgaste desigual y que la amortiguación se desequilibre.
Y tú… ¿Qué opinas sobre los badenes? Apostamos lo que sea a que no serás muy fan, precisamente.
