Según los cálculos de la Federación Española de Vehículos de Movilidad Personal a día de hoy hay unos cinco millones de patinetes eléctricos circulando en nuestras ciudades. Estos vehículos, que se han multiplicado en las calles en los últimos años, contribuyen a la movilidad personal, pero están generando también un gran debate en torno a su seguridad y a la necesidad de tener un mayor control sobre ellos.
A la reciente prohibición de su uso en el transporte público, ordenada en varias ciudades españolas después de la última explosión ocurrida en el metro, se une su accidentalidad. Según un estudio de Mapfre, durante el año 2022, en España hubo un total de 299 siniestros con 12 fallecidos en los que estuvieron involucrados los patinetes eléctricos.
Garantizar la seguridad de estos vehículos y de sus usuarios parece, a tenor de los datos, una cuestión urgente. Lo que ha llevado a la Asociación Española de Entidades Colaboradoras de la Administración en la Inspección Técnica de Vehículos AECA-ITV a presentar una propuesta de inspección técnica para los VMP, en la que se tendrían en cuenta más de 30 puntos de inspección para garantizar su correcto estado y funcionamiento.
1El manual de inspección de los patinetes
La propuesta de AECA-ITV incluye los requisitos técnicos necesarios para que las policías locales o los propios operarios de ITV comprueben el adecuado estado de de los patinetes.
La medida se ha desarrollado en el Manual de Inspección de Vehículos de Movilidad Personal y recoge más de 30 puntos de inspección. La primera comprobación es el certificado de los patinetes, que será obligatorio para todos los vehículos de este tipo que se vendan a partir del 22 de enero de 2024. Los comprados con anterioridad solo podrán circular hasta el 22 de enero de 2027.
La certificación que exige la DGT a los patinetes eléctricos regula aspectos como la velocidad a la que pueden circular, el sistema de frenado, las ruedas o los elementos lumínicos que deben equipar, entre otros.
Por su parte, la propuesta de inspección en la ITV plantea comprobar tres partes y elementos específicos y determinantes para la seguridad y el buen funcionamiento de estos vehículos: la velocidad, la frenada y la batería y el cableado.
