Hace unos años, el término ‘Zonas de Bajas Emisiones’ (ZBE) no era parte del léxico común, pero hoy en día ha llegado para revolucionar la movilidad en numerosas ciudades españolas. Este acrónimo se ha convertido en un símbolo de la transformación hacia un transporte más respetuoso con el medio ambiente, presenciado por millones de ciudadanos.
4La señalización de las zonas restringidas para evitar sanciones
Cada ZBE, sin importar su ubicación, debe estar claramente señalizada para la ciudadanía, con señales físicas visibles en el perímetro de acceso y sus alrededores, como señales verticales o paneles luminosos.
La restricción de acceso a los vehículos se controla mediante cámaras que detectan si la matrícula del vehículo está autorizada para circular en la zona urbana. Muchas ciudades, como Madrid, establecen un período de preaviso durante el cual no se multará a los vehículos más contaminantes.
Las multas por ingresar a las Zonas de Bajas Emisiones varían según el ayuntamiento, pero en general oscilan alrededor de los 200€, con una reducción a 100€ por pronto pago.