Son ordenadores rodantes, grandes baluartes tecnológicos que, con cada nuevo modelo, alcanzan nuevas cotas de innovación. Sí, así son nuestros coches de hoy en día, provistos de todo tipo de tecnologías y elementos de equipamiento más que sofisticados… Eso sí, siguen también conservando otros que llevan con nosotros casi desde el principio de los tiempos y, a menudo, pasan desapercibidos. Es el caso de los asideros del coche.
Si algo funciona bien, ¿para qué tocarlo o cambiarlo? Hay partes, sobre todo estructurales, que siempre han estado en los vehículos y que no concebiríamos la experiencia de estar subido a un coche sin ellos. Ahora bien, sabes para qué sirve el volante, la guantera o las alfombrillas, pero quizás no uses bien los asideros. Esos gran desconocidos.
5Cómo acostumbrarnos a usarlos
Está muy bien conocer la teoría pero de poco sirve si no nos hacemos a la idea del uso que hay que darle al asidero. Bien, esperamos ser lo más gráficos posibles. Si te agarras al asidero, puedes salir del coche con más comodidad, repartiendo mejor el peso encontrando ese punto de apoyo superior que parece que siempre nos falta al entrar o salir.
Quizás ya te hayas dado cuenta de que esto es particularmente útil en aquellos modelos con el techo más bajo, como los coupés, o vehículos de tres puertas, aunque estos cada vez son menos frecuentes. En cualquier caso, dale el uso correcto a los asideros y recuérdaselo a aquellos con más dificultades, como personas con problemas de movilidad o mayores.