El pasado 2 de enero, la comunidad astronómica se llevó un susto considerable cuando detectó un objeto cercano a la Tierra (NEO) a menos de 240.000 kilómetros de distancia. La alarma saltó rápidamente entre los astrónomos, quienes temieron que un nuevo visitante espacial pudiera suponer una amenaza. Sin embargo, la sorpresa fue mayúscula cuando, tras menos de 24 horas de estudio, el supuesto asteroide 2018 CN41 resultó ser algo mucho más terrenal.
4Entre el genio y la controversia
Elon Musk ha conseguido algo inédito: lanzar un coche al espacio y que, años después, sea confundido con un asteroide. Este episodio encarna perfectamente la dualidad de su figura: por un lado, un visionario que desafía los límites de la tecnología; por otro, una fuente inagotable de polémicas y situaciones inesperadas.
A día de hoy, el Roadster sigue su viaje interestelar, sin rumbo fijo y con Starman como su solitario pasajero. Quién sabe si, en el futuro, volveremos a encontrarnos con él en algún radar, causando otra oleada de confusión. Pero si algo queda claro, es que en la era Musk, la línea entre la exploración espacial y el espectáculo nunca ha sido tan delgada.