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Si un Aston Martin Cygnet no es lo suficientemente loco, cómprate este Super Cygnet

Han pasado ya unos cuantos años desde que la firma de Gaydon demostrara que en el mundo de las cuatro ruedas se puede hacer casi cualquier cosa siempre y cuando acompañe el bolsillo de sus clientes. Y lo dejó cristalino al crear su particular Aston Martin Cygnet, un diminuto vehículo urbano que en realidad tenía muy poco de Aston Martin en sus entrañas, pero que ofreció a sus clientes más elitistas para llegar del punto A al punto B de la ciudad en un tiempo menor al que necesitaban para sacar su flamante Vanquish del garaje.

No es ningún secreto que para construir estos exclusivos Aston Martin Cygnet, de los que se dice que se ensamblaron menos de 800 ejemplares entre 2011 y 2013, la compañía de Gaydon les pidió prestado a Toyota su singular iQ, que era enviado a sus talleres para una completa transformación a nivel estético y también para recibir en su interior los mismos materiales que empleaban los modelos más lujosos de la marca británica. Aunque la parte mecánica se dejaba sin tocar, conservando un sencillo 1.33 VVT-i con 100 CV de potencia, enviados a sus ruedas delanteras por medio de un cambio automático de tipo CVT. Una combinación perfecta para la ciudad, pero con unas prestaciones muy lejanas a cualquier modelo digno de llevar las alas de Aston Martin.

Se construyeron menos de 800 Aston Martin Cygnet

Sin embargo en todo el mundo hay una unidad del Aston Martin Cygnet que es capaz de eclipsar las prestaciones de muchos deportivos. Una unidad que nacida mucho después de que se cancelara el proyecto en 2013, porque fue en 2018 cuando el propietario de uno de estos utilitarios acudió al servicio de la división Q by Aston Martin y tan solo les pidió que metieran bajo su diminuto capó un motor V8. Cosa prácticamente imposible de conseguir, ni con un calzador. Pero no hay nada imposible para un cheque en blanco.

Los maestros de Q by Aston Martin debieron ponerse a fibrilar, pero acto seguido tenían un Aston Martin Cygnet en sus talleres para comenzar a desmontar tornillo a tornillo. Digerir la potencia y el peso extra de un motor V8 hizo que lo primero que construyeran fuera una jaula de seguridad para el habitáculo, mientras que después se cortó la estructura de aquel diminuto vehículo para adaptar los bastidores auxiliares de un Aston Martin Vantage de finales de la década de los 2000. Y con ese batidor delantero llegaría un corazón 4.7 V8 atmosférico capaz de generar 435 CV de potencia y 490 Nm de par motor.

Este diminuto vehículo tiene las entrañas de un Vantage V8

2018 Aston Martin Cygnet V8. Imagen motor.
Foto: Nicholas Mee

De ese sensacional deportivo de la firma de Gaydon también se cogieron componentes como la transmisión manual robotizada Sportshift II con siete velocidades, un poderoso equipo de frenos, el sistema eléctrico… Y también las levas del cambio para el nuevo volante de este Aston Martin Cygnet, además de la consola central de fibra de carbono. Todo eso sí, colocado de forma bastante rudimentaria en un mínimo habitáculo con dos asientos debidamente desplazados hacia el centro para dejar hueco a ese maravilloso 4.7 V8 atmosférico.

10 fueron los meses que Q by Aston Martin estuvo trabajando en este proyecto, que también requirió de unas suspensiones a la medida y de unos cambios más que notables en el exterior. Precisamente los cambios para transformar un Toyota iQ en un Aston Martin Cygnet hacían que pasara de 2,99 a 3,08 metros de largo, pero esta criatura se ha ido hasta los 3,71 metros, de la misma forma que su anchura ha pasado de 1,70 a 1,92 metros por la llegada de unos marcados pasos de rueda. Vitales para acoplar unas llantas de 19 pulgadas que se han calzado con neumáticos 235/40 R19 delante y 275/35 R19 detrás.

Más rápido que cualquier otro Aston Martin Cygnet

2018 Aston Martin Cygnet V8. Imagen interior.
Foto: Nicholas Mee

Tras ese conjunto se esconde un potente equipo de frenos con discos delanteros de 380 milímetros y pinzas de seis pistones, mientras que detrás apuesta por discos de 330 milímetros y pinzas de cuatro pistones. Vitales para detener semejante criatura que pesa 1.375 kilos cuando circula a los impresionantes 274 km/h que dicen que puede alcanzar. Además de que acelera de 0 a 60 millas por hora (96 km/h) en solo 4,2 segundos, cifras impensables para un Aston Martin Cygnet original.

Presentado oficialmente en el Festival de la Velocidad de Goodwood de 2018, en todo este tiempo ha circulado menos de 2.900 millas (4.665 kilómetros), de la misma manera que solo ha tenido un dueño desde ese día. Ahora puedes ser el segundo, porque el exclusivo concesionario Nicholas Mee lo acaba de poner a la venta por un precio desconocido. Pero seguro que muy superior al de cualquier Cygnet ‘del montón’.

Fotos: Nicholas Mee