Este modelo cuenta con la denominación de chasis 0176/R y fue el único ejemplar que produjo la compañía británica pintado en color Peony, un elegante rojo oscuro.
Se ha usado casi a diario
Durante la primera etapa de su vida, este atractivo deportivo recorrió 24.140 kilómetros, siendo más tarde adquirido por el director de Aston Martin, Victor Gaunlett, en 1985. Desde aquel año, el coche ha sido conducido más de 48.000 km, por lo que no es el típico deportivo que se tiene en un garaje como parte de una colección, este ha sido utilizado de manera asidua, ganando varios galardones en eventos y concursos de elegancia, además de haber aparecido en numerosos libros.
Bajo el capó de esta joya de los 60 encontramos un motor de 3,7 litros de aluminio que cuenta con seis cilindros en línea y que genera 320 caballos, suficiente para hacer que el DB4 GT Zagato pase de 0 a 100 en 6,1 segundos y que alcance como velocidad máxima los 248 km/h, lo que no está nada mal si tenemos en cuenta que es un coche de 1961. Además, al tratarse de uno de los tan solo 25 que se fabricaron y el único con este esquema de pintura, este modelo se convierte en uno de los Aston Martin más raros que jamás se hayan fabricado.
Habrá que esperar a ver por cuanto acaba vendiéndose finalmente, pero en 2018, un modelo distinto del mismo coche se vendió en subasta por 10.081.500 libras.
