El Vanquish es una de las grandes leyendas de la historia reciente de Aston Martin, además de ser su modelo emblema en sus dos anteriores generaciones. La primera llegó en 2001 y estuvo en producción hasta 2007, tiempo suficiente para convertirse en un símbolo. Un hecho para el que ayudó su gran protagonismo en la película de James Bond ‘El mañana nunca muere’, incluida una espectacular persecución sobre hielo frente a un Jaguar XKR Convertible. Hasta 2012 no llegaría la segunda generación que estuvo en producción hasta 2018 y, con ella, desaparecieron de Aston Martin los motores de aspiración atmosférica.
De nuevo hemos tenido que esperar unos cuantos años para conocer la nueva entrega del Vanquish, aunque no cabe duda de que la espera ha merecido la pena. No en vano, se trata del modelo más potente en los 111 años de historia de la firma de Gaydon, gracias a un motor 5.2 V12 biturbo (estrenado en el ya desaparecido DB11) capaz de desarrollar nada menos que 835 CV y 1.000 Nm de par. Sin duda, un rival de cuidado para el Ferrari 12Cilindri, que aún mantiene un V12 de aspiración atmosférica.
Y ya que hablamos de cifras espectaculares, el Vanquish registra una velocidad máxima de 345 km/h, la mayor alcanzada hasta la fecha por un Aston Martin de producción en serie. Asimismo, este motor ofrece la mayor potencia específica jamás alcanzada por un motor V12 de Aston Martin, con 160 CV/litro.
El Aston Martin Vanquish se beneficia de la experiencia en la Fórmula 1
Por supuesto, la experiencia de Aston Martin en la Fórmula 1 se ha aprovechado para mejorar el rendimiento del Vanquish. Por ejemplo, con la ayuda de Valvoline, socio técnico del equipo Aston Martin Aramco Fórmula One, se han conseguido mejoras con el uso de un aceite sintético muy avanzado. Al fluir a través de un enfriador de aceite de motor sobredimensionado, que ahora es capaz de aumentar en un 50 % su capacidad de refrigeración, el fludo que circula por el motor siempre se mantiene a una temperatura óptima de funcionamiento, lo que ayuda a mantener la presión del aceite del motor en su condición óptima en cualquier situación.
Además, por primera vez en un deportivo de Aston Martin con motor V12 delantero, la caja de cambios automática ZF de 8 velocidades se combina con un diferencial trasero electrónico de deslizamiento limitado (e-diff). Este e-diff está integrado en el programa electrónico de estabilidad (ESP), proporcionando un vínculo directo con el comportamiento dinámico del coche y permitiendo gestionar el deslizamiento de las ruedas del eje trasero para optimizar la tracción en todo tipo de condiciones. Comparado con un diferencial mecánico de deslizamiento limitado convencional, este e-diff puede pasar de estar totalmente abierto a bloquearse por completo en tan sólo 135 milisegundos.
En lo referente al chasis, al igual que los DB12 y el Vantage, el Vanquish está construido en torno a una estructura de carrocería de aluminio con suspensión delantera de doble horquilla y suspensión trasera multibrazo. Optimizados para ofrecer una dinámica aún más efectiva, los componentes adicionales de refuerzo instalados en los bajos aumentan en un 75 % la rigidez lateral con respecto a lo ofrecido por el anterior buque insignia de Aston Martin, el DBS 770 Ultimate.
Con un aumento de la distancia entre ejes de 80 milímetros (este crecimiento se localiza entre el pilar A y el eje delantero), el chasis ha recibido un refuerzo transversal del motor más rígido para proporcionar una mayor rigidez torsional y rigidez lateral entre las torretas de la suspensión delantera. Esto se traduce en una mayor rigidez en el montante de los amortiguadores Bilstein DTX, estrenados en el Vanquish con una calibración a medida que permite un rendimiento de amortiguación más eficiente y un mayor refinamiento.
La electrónica tiene un papel fundamental, como es el caso del ESP que interactua con el e-diff. Dicho control de estabilidad ofrece cuatro modos predefinidos (On, Track, Off, Wet), seleccionables mediante el botón ESP situado en la consola central. El modo Wet está vinculado al modo de conducción, mejorando la estabilidad en superficies de baja adherencia.
Unos frenos a la altura
Como modelo deportivo insignia de la marca, el Vanquish incorpora de serie un sistema de frenos cerámicos de carbono. Compuesto por discos de 410 milímetros en el eje delantero y 360 mm en el trasero, el sistema CCB ofrece un mayor rendimiento de frenado, una gran resistencia al calentamiento soportando temperaturas de hasta 800 °C y una reducción significativa del peso no suspendido (-27 kilogramos en comparación con los frenos de hierro fundido), lo que también beneficia a la calidad de conducción y al comportamiento dinámico. La refrigeración se consigue mediante unos conductos específicos que reciben el aire que entra desde una toma situada en el paragolpes delantero y lo envían directamente a los frenos.
Aunque el Vanquish no se ha sido desarrollado específicamente para su uso en circuito, características como esta demuestran las capacidades dinámicas de toda nuestra gama. Es esta amplia variedad de comportamientos y su precisa puesta a punto lo que eleva la experiencia de conducción del Vanquish a un nuevo nivel, especialmente pensada para aquellos que desean explorar a fondo los límites de sus prestaciones.
Con el objetivo de maximizar la adherencia al asfalto, el Vanquish cuenta con llantas de aleación forjadas de 21 pulgadas y neumáticos Pirelli P Zero a medida como parte del equipamiento de serie. En estrecha colaboración con sus proveedores estratégicos de llantas, los ingenieros de Aston Martin han optimizado su estructura para minimizar el peso, maximizar la durabilidad y optimizar el rendimiento dinámico sin comprometer el carácter del diseño. Gracias al uso de simuladores de última generación para asegurar que se ha eliminado todo el exceso de peso, estas llantas son más ligeras que las anteriores de 21 pulgadas.
Con techo de cristal
En el exterior, uno de los elementos más espectaculares del diseño general es el techo panorámico de cristal, presente por primera vez en un Aston Martin V12. Dicho cristal está tintado para permitir que pase un 6 % de la luz y con un revestimiento de baja emisión para proteger a los ocupantes de los dañinos rayos UV-A y B, se elimina la necesidad de una cortina tradicional para garantizar la sensación de espacio y velocidad en todo momento.
Otro rasgo instantáneamente reconocible de Aston Martin son los tiradores enrasados de las puertas, que ahora se despliegan electrónicamente hacia la mano con una simple pulsación, o cuando el vehículo se abre mediante la llave a distancia. Los retrovisores sin marco introducen un diseño más pequeño y elegante para mejorar el perfil aerodinámico del Vanquish, al tiempo que maximizan la superficie reflectante para una visibilidad trasera óptima.
En el interior encontramos un cuadro de mandos TFT de 10,25 pulgadas con configuraciones de visualización personalizadas, y en el centro una pantalla táctil Pure Black de 10,25’’ integrada en la consola central y con tecnología con control gestual capacitivo con uno o varios dedos. Aunque la mayoría de funciones se controlan a través de este display, el Vanquish incorpora numerosos mandos físicos para el manejo de las principales funciones. En la consola central entre los asientos, muy similar a la del Vantage, está el botón de arranque, integrado en una ruleta para seleccionar los modos de conducción y, más abajo, un nuevo selector para el cambio.
Los clientes interesados en el Aston Martin Vanquish ya pueden realizar reservas, aunque habrá un número limitado de unidades (no se especifica cuántas). Las primeras entregas llegarán en el último trimestre de 2024.
