La conducción de vehículos puede verse afectada por multitud de factores y situaciones ante las que el conductor debe saber reaccionar. El estado mental es una de ellas. Por lo que el nivel de ansiedad, que por otro lado no deja de ser una respuesta normal del cuerpo y la mente a situaciones de incertidumbre, es también un riesgo en casos descontrolados o extremos, a la hora de conducir. Responder correctamente a estos ataques de ansiedad supone un reto que puede evitar consecuencias de mayor calado.
3Pero ¿de donde proviene esta situación y que tipos hay?
La forma en que forjamos nuestra vida, costumbres y actitudes, son factores que influyen en nuestras aptitudes y capacidades mentales y motrices.Por lo tanto la ansiedad puede provenir de nuestros fracasos, de nuestros miedos, de enfermedades adquiridas y de la gestión que les administremos.
El miedo a conducir, conocido como Amaxofobia, es la mas relevante en tanto que la relación es directa entre el vehículo y el usuario que desea conducir. Pero no es la única forma de ansiedad que puede afectarnos en la conducción. Catalogadas en las no fobias, puede aparecer ansiedad, por causas sociales o individuales, que nada tiene que ver con el miedo a conducir.
El estrés en tu vida laboral y/o familiar, las provocadas por sustancias, la ansiedad generalizada, son algunas de ellas.
