La conducción de vehículos puede verse afectada por multitud de factores y situaciones ante las que el conductor debe saber reaccionar. El estado mental es una de ellas. Por lo que el nivel de ansiedad, que por otro lado no deja de ser una respuesta normal del cuerpo y la mente a situaciones de incertidumbre, es también un riesgo en casos descontrolados o extremos, a la hora de conducir. Responder correctamente a estos ataques de ansiedad supone un reto que puede evitar consecuencias de mayor calado.
4Amaxofobia, miedo a conducir
La conducción, al ser un acto “en directo” que acarrea bastante responsabilidad, puede exacerbar la carga emocional que lleva la persona ante ciertos estímulos que se dan al conducir. Te explicamos tres escenarios tipo como causa del estad o de ansiedad:
– Sufrir un ataque de pánico al volante: Para muchas personas, algunas circunstancias de la conducción como la velocidad, circular por autovías, los túneles o los puentes, pueden resultar “detonadores” de la ansiedad.
– Falta de pericia o experiencia al volante: En muchas personas se desarrolla por y desde el momento en que deciden experimentarse como conductores. Cuando eres mayor los miedos se han acrecentado, ya no dispones de la osadía de juventud para afrontar retos como es el de conducir.
– Ser víctima de accidente: No se puede negar que cuando alguien sufre un accidente grave, la siguiente vez que viaje o conduzca un vehículo estará bastante agitado. Con paciencia, esfuerzo y comprensión sobre la problemática, se puede afrontar el problema y por extensión aprender a solucionarlo.