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Atropellar animales en carretera: así debes actuar para evitarlo

Uno de los mayores peligros que nos podemos encontrar cuando estamos conduciendo es la presencia en la calzada de un animal. Nuestro instinto pasa casi siempre por tratar de esquivarlo, pero no suele ser precisamente la mejor opción. Te explicamos qué hacer al volante para evitar atropellar animales en carretera mientras estás conduciendo.

Con la llegada de las vacaciones es inevitable que realicemos grandes desplazamientos para llegar a nuestro destino de descanso. Sean zonas de montaña o playa, es la época del año que utilizamos con mayor frecuencia las carreteras secundarias, tanto de día como de noche. También circulamos por autovías o autopistas, pero este tipo de trazados suelen estar vallados para evitar, precisamente, que los animales las crucen.

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Atropello de animales, un peligro

accidente

En carretera los animales no entienden, como es lógico, de normas de circulación. Y además son imprevisibles en sus reacciones. Esto sirve tanto para animales salvajes, como para animales domésticos, que pueden ser desde un perro hasta una vaca, un caballo… En ocasiones se escapan de sus cercados y cruzan despistados.

La naturaleza salvaje es incluso más imprevisible. En este sentido los ciervos, corzos, jabalíes o zorros suelen ser los animales más frecuentes. Y también las ‘zonas rojas’ van por barrios, ya que son las carreteras de Castilla y León y la cornisa cantábrica las zonas donde existe un mayor peligro.

En este tipo de carreteras la velocidad máxima a la que nos permiten circular la Dirección General de Tráfico es a 90 km/h. A muchos conductores esto les parecerá poco, pero un impacto a esa velocidad resulta prácticamente fatal. Como ya hemos comentado la reacción natural de la mayoría de los conductores es tratar de evitar el atropello.

Si lo hacemos tenemos que estar completamente seguros de que no viene ningún vehículo de frente, porque una colisión frontal es la peor de las ‘soluciones’ y suele tener consecuencias dramáticas para los dos vehículos.

El segundo gran peligro es el temido ‘volantazo’. Si lo hacemos a esa velocidad la reacción del vehículo en la segunda corrección sobre el volante suele ser muy agresiva y es muy probable que perdamos definitivamente el control del coche. Y eso implica salida de la vía, vuelco…

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