En estos tiempos de SUV y 'crossover', volver a las esencias de la conducción de un coupé deportivo es una gozada. Y mucho más si para disfrutarlo no tienes que hacer contorsionismos o 'tirarte a la piscina' como se hacía para entrar en los coupés clásicos. Porque el A5 Sportback es un coupé, pero también una berlina cómoda en la que 4 ocupantes viajarán como reyes. Y más ahora, que en esta generación la distancia entre ejes aumenta 2,2 centímetros, que van a parar directamente a las plazas traseras, con más espacio para las rodillas y una altura al techo que permite que un usuario de 1,80 metros de estatura no toque con la cabeza en el techo ni con las rodillas en el asiento anterior cuando esté está ocupado por un conductor de la misma talla.
En el interior todo tiene el aire ordenado de los Audi, con la sensación de estar todo a mano y todo en el sitio correcto. El cuadro de instrumentos cuenta con el Audi Virtual Cockpit, que lo convierte en una gran pantalla de 8,5 pulgadas que se puede configurar al gusto de conductor. Este dispone también de un Head up Display con datos de navegación, velocidad, señales de tráfico. Y en el centro una pantalla de 12 pulgadas que es el 'centro de control'.
Y aunque el control siempre está en manos del conductor, Audi ofrece avanzados sistemas de ayuda que acercan la conducción autónoma, como el control de crucero adaptativo (ACC) con Stop&Go y asistente en situaciones de congestiones de tráfico. Lo probamos, y basta programar la velocidad -o decirle que se rija por las señales de limitación- y la distancia que queremos con el coche que nos precede y el ACC lleva al coche a la velocidad indicada, mantiene la distancia con el de delante y puede frenar totalmente el coche y mantenernos dentro del carril con la única obligación de que no soltemos las manos del volante… Lo probamos y funciona.
Tres versiones para disfrutar
Pero hablábamos de que el A5 Sportback te invita a conducir… Y a eso fuimos hasta Neuburg, la sede de la nueva división Audi Sport. Allí tuvimos a nuestra disposición tres variantes de la nueva generación del coupé de los aros. En un recorrido por carreteras comarcales y autopistas, con perfecto asfalto, el primer modelo que cayó en mis manos fue el 3.0 TDI de 218 caballos. Un rodador nato, con una suavidad de marcha envidiable y siempre dispuesto a obedecer ante cualquier insinuación sobre el acelerador. La dirección, perfecta; el cambio, Stronic de 7 velocidades, rápido y suave; y las suspensiones con un compromiso fantástico entre confort y deportividad.
Después nos esperan los 354 caballos del S5. Y aunque están, en absoluto son incontrolables ni salvajes. El coche empuja con rabia si le pedimos eso; pero puede ir como una alfombra mágica cuando decidamos 'ir de paseo'. Eso sí, el sonido del motor, sobre todo en el modo dynamic, 'ronronea' en el interior del habitáculo, como para indicar al conductor que él está dispuesto a lanzarse como un poseso en cada curva. Y si le damos rienda suelta, nos lo pasaremos en grande. Con una dirección que ofrece mucha información, unas suspensiones (ahora son multibrazo tanto delante como atrás) de corto recorrido pero en absoluto incómodas y la maravillosa tracción quattro, disfrutamos de unos kilómetros a gran ritmo, enlanzando curva tras curva con una sonrisa interior…
Por último, el 2.0 TFSI de 252 caballos; con algo menos de empuje, pero con una potencia más que suficiente para hacernos disfrutar al volante.Las tres versiones han pasado con nota la primera prueba; un recorrido con el que hemos recordado, de nuevo, que más allá de SUV y 'crossover', si quieres conducir, este Audi A5 Sportback te invita a disfrutar de cada kilómetro.
