Jack, el famoso coche autopilotado de Audi, ha regresado para enseñarnos lo bien que se comporta por una autopista alemana. Se trata del último ensayo realizado por la marca de los cuatro aros en la conocida autopista A9, en la que el vehículo no sólo ha sabido cómo realizar autónomamente todas las maniobras de conducción sino que también ha aprendido a mostrar consideración por otros usuarios haciendo gala de un estilo de conducción adaptativo e interactivo.
Innovaciones que dejarán atrás la ciencia ficción
En esta prueba realizada por autopista, se ha comprobado como Jack adelanta ahora a los camiones con un margen lateral ligeramente superior al que utilizaba hasta ahora. También señaliza los siguientes cambios de carril activando primero los intermitentes y acercándose a las líneas divisorias, como lo harían conductores humanos para indicar sus intenciones.
La actitud cooperativa del vehículo experimental se hace patente cuando otros vehículos quieren incorporarse al carril. En este caso, el coche decide, basándose en el perfil de conducción seleccionado previamente, si acelerar o frenar, dependiendo de lo que sea más apropiado en cada momento sin perjudicar la situación de tráfico.
La culpa de todo esto lo tiene el súper cerebro del sistema de conducción autónoma, el llamado zFAS. Este sistema utiliza procesadores de vanguardia de alto rendimiento para evaluar las señales procedentes de los sensores en tiempo real, y crear un modelo del entorno del coche. Este modelo representa la situación del tráfico con la mayor precisión posible, y deja al zFAS calcular con antelación las maniobras subsiguientes, algo así como si pudiera echar una ojeada al futuro.
Las infraestructuras por tanto también se adaptarán a la conducción autónoma, de ahí que se esté investigando por ejemplo en la composición interna y estructura de los postes laterales a la vía para que los coches puedan detectarlos a mayor distancia. La conducción autónoma brindará así mayor seguridad, una utilización más eficiente de la infraestructura viaria y más tiempo de relajación para el conductor.
De las tecnologías ensayadas, Audi ha derivado ya algunas para los sistemas de asistencia a la conducción. Como resultado, la marca de los cuatro aros ofrece actualmente tecnologías para coches de producción tales como la conducción asistida en atascos de tráfico en el Audi A4 y Audi Q7.
