Desde hace mucho tiempo la firma de Ingolstadt busca plantar cara a la división Maybach de Mercedes-Benz, además de a compañías como Bentley o Rolls-Royce. Y para ello aprovecha la actualización de su buque insignia y ha creado a la vez el Audi A8 más lujoso, exclusivo y refinado de toda su historia. Se trata de este Horch Founder's Edition, que ha visto la luz unos días antes del Salón de Guangzhou, en China. Y es que precisamente se dice que esta edición especial solo estará disponible en el país del Sol Naciente, aunque no descartes que traspase fronteras para aquellos que estén dispuestos a pagar un buen peaje por viajar en primera clase.
Para crear este Audi A8 L Horch Founder's Edition la casa de los cuatro aros toma como punto de partida su renovado A8 L, solo que su distancia entre ejes se estira otros 130 milímetros para alcanzar los 3.258 milímetros. Aún así son 138 milímetros menos de los que presume un Mercedes-Maybach Clase S, cuya carrocería también se estira hasta los 5,47 metros, lo que son 17 centímetros más que este Audi A8, que se conforma con unos sensacionales 5,30 metros. Para que también lo tengas en cuenta te diré que un Bentley Flying Spur mide 5,32 metros de largo, mientras que el nuevo Rolls-Royce Ghost se va hasta los 5,54 metros.
Detalles que lo hacen especial
Para diferenciarlo del resto de los 'mundanos' Audi A8, este Horch Founder's Edition presenta detalles exclusivos, como son una parrilla delantera personalizada, cuenta con faros Matrix LED Láser, emblemas específicos 'Horch' en sus aletas delanteras, tapa de maletero y pilar C, exclusivas llantas de 20 pulgadas con los legendarios emblemas de la compañía Horch, pilotos traseros OLED con gráficos personalizados…
Audi exclusivamente comercializará en China este A8 L Horch Founder's Edition en los colores Oakrun y Nimbusgrau, los cuales han sido especialmente creados para la ocasión, realzando las cualidades de esta versión tan especial. Pero si le quieres dar tu toque personal, que sepas que se puede recurrir a Audi Exclusive para darle su seña de identidad, así como para poder incluso pintar su carrocería en dos tonalidades.
Un interior espacioso y lujoso a partes iguales
Ese extra de distancia entre ejes ha permitido aumentar aún más el sensacional espacio que hay en el habitáculo de un A8 L. Precisamente en esas plazas traseras se han instalado dos confortables asientos tapizados en suave cuero natural, los cuales además suman nuevos rellenos que incrementan la comodidad y añaden las funciones de regulación eléctrica, masaje, calefacción o ventilación. Incluso el asiento del acompañante se puede regular desde la parte posterior para dar más espacio a las piernas, que se pueden relajar gracias a la función masaje integrada en el respaldo del asiento delantero.
Ese suave cuero está adornado con bordados Horch y combina a las mil maravillas con las molduras de madera natural, lacada y de aluminio que se incorporan en el habitáculo de esta exclusiva versión en la que no falta tecnología de última hornada. Muestra de ello son las grandes pantallas habituales en la parte delantera de cualquier Audi A8, a la que se añade el Virtual Cockpit o un Head-Up display con realidad aumentada. Si bien, detrás se añade otra pantalla táctil central y extraible que permite controlar diferentes parámetros del vehículo, como el equipo de sonido Bang & Olufsen con tecnología 3D.
Se conforma con 340 CV de potencia
En vez de apostar por una de sus mecánicas más poderosas o incluso por la versión híbrida enchufable 60 TFSIe, para este Audi A8 L Horch Founder's Edition se conforman con una 'sencilla' mecánica de gasolina, que en realidad es la misma que usan en Europa los Audi A8 55 TFSI. Y es que esconde un 3.0 V6 TFSI con tecnología de 48 voltios, la cual eroga 340 CV de potencia y 500 Nm de par motor, conectada a una transmisión Tiptronic de 8 velocidades y a un sistema de tracción Quattro.
Es de suponer que ese mayor tamaño respecto a un Audi A8 L hará que pese algo más que los 2.030 kilos que arroja un 55 TFSI, el cual presume de poder acelerar de 0 a 100 km/h en 5,7 segundos, alcanzar los 250 km/h y firmar un consumo medio de 9,4 l/100 km. Ni tan mal para viajar en primera clase.