Los próximos meses van a ser muy movidos en Audi. La marca de los cuatro aros ha estado viendo cómo sus principales rivales han ido renovado gran parte de su gama, pero en breve va a comenzar su ofensiva. El próximo en sumarse a la gama debería ser el A6 e-tron 100 % eléctrico, y no mucho después debería hacerlo la variante de combustión que, como ya hemos explicado en diversas ocasiones, cambiará su denominación.
A modo de resumen rápido, la siguiente generación del A6 con motores de gasolina y diésel (además e híbridos enchufables) pasará a denominarse A7 acompañado del formato de carrocería (Sportback, Avant…). Entre otras cosas, esto viene a significar que nos tendremos que despedir de ciertos modelos que han alcanzado el estatus de mito. Y entre ellos, sobresale por encima de todos el RS 6 Avant.
En realidad no le diremos adiós del todo, tan sólo en el formato actual, pues el icónico familiar seguirá vivo en formato eléctrico, mientras que quien lo quiera con su tradicional V8 deberá irse por el RS 7 Avant (que poco tendrá que ver con el actual modelo) que, como confirman estas fotos, se encuentra en fase de desarrollo, eso sí, aún muy temprana.
El Audi RS 7 Avant tendrá un aspecto muy ‘bruto’… y un motor por determinar
Los pasos de rueda ensanchados han sido uno de los aspectos estéticos más característicos de este modelo, y su presencia ha sido la que ha llevado a nuestros colegas de SH Proshots a identificarlo mientras rodaba en Nürburgring. Bien es cierto que su aspecto aún es muy provisional, aunque sirve para darse cuenta de la anchura que tendrá el modelo definitivo. La parte delantera, con su parrilla y su parachoques profundo, se parece mucho a los productos terminados y todavía nos faltan los grandes tubos de escape ovalados en la parte trasera.
No menos llamativos resultan los frenos de gran tamaño que equipa la unidad de pruebas, suficientemente visibles incluso con unas llantas multirradio muy similares a las que equipa de serie el actual RS 6 Avant. Con todo, lo que más nos ha llamado la atención ha sido que no haya ni rastro de la obligatoria pegatina que acompaña a todas las mulas de pruebas eléctricas o con sistemas híbridos de alto voltaje.
Esto puede interpretarse de diversas maneras. La primera (y la preferida por los petrolheads) es que el RS 7 Avant mantenga el 4.0 V8 biturbo como en su formato actual, apoyado por un sistema híbrido ligero (que, de paso, le otorga la etiqueta Eco). Este extremo se nos antoja poco probable por un motivo de peso: sus rivales están recurriendo a sistemas híbridos enchufables con cifras de potencia desmesuradas y, desde luego, complicadas de alcanzar si no es con el apoyo de uno o dos motores eléctricos.
Si esto no era suficiente, tampoco se aprecia ninguna toma de carga donde debiera haberla. La respuesta bien puede ser tan sencilla como que el prototipo aún se encuentra en una fase muy temprana y Audi prefiere no desvelar aún sus cartas. La otra es que se han esmerado al máximo que el prototipo pase desapercibido ocultando todo tipo de pistas. Y la tercera es que piensan ir a contracorriente y seguir apostando exclusivamente por la combustión con el apoyo de la microhibridación, como sucede en el actual RS 6 Avant.
Si todo es lo que parece, nos come la curiosidad al pensar hasta dónde son capaces de llevar el 4.0 V8 biturbo. Actualmente, su configuración más potente aparece en el Lamborghini Urus (S y Performante), son 666 CV. Un modelo del que, curiosamente, se ha presentado una versión híbrida enchufable (Urus SE) con 800 CV de potencia y una autonomía eléctrica de unos 60 kilómetros. ¿Se empleará también en el futuro RS 7 Avant?