Hace poco Audi presentó en sociedad el nuevo RS6 Avant, un familiar que desprende deportividad por los cuatros costados y que se erige como el buque insignia de los modelos RS de la firma alemana. Ahora, el departamento de Audi Sport ha decidido actualizar con algunas mejoras el RS4 Avant que salió en 2017 y el resultado es un coche familiar que se pone al día en su aspecto y que mantiene el corazón V6 que tantas alegrías y sonrisas genera cada vez que se pulsa su botón de arranque.
El diseño exterior es lo que primero salta a la vista en este RS4 Avant. La parrilla es más ancha y más plana y se remata con con una estructura tridimensional de nido de abeja en color negro brillante, como ya incorporan sus hermanos mayores el RS6 Avant y RS7 Sportback. Los faros LED han sido rediseñados también además de que los pasos de rueda son 30 mm más anchos que los que veríamos en el A4 Avant. También se pueden seleccionar paquetes de diseño en negro brillante, aluminio mate o fibra de carbono que enfatizan su carácter deportivo. Este toque lo completa un alerón específico del RS, un difusor, unos tubos de escape cromados RS o un sistema de escape deportivo RS que tiene colas acabadas en negro.
Velocidad limitada aumentable hasta 280 km/h
Y bajo el capó mantiene lo que de verdad hace de este coche una bestia, su motor V6 TFSI biturbo que genera 450 CV de potencia. Esta maravilla hace que el RS4 Avant pase de 0 a 100 km/h en 4,1 segundos y teniendo una velocidad máxima de 250 km/h que puede ser aumentada con el paquete dinámico RS hasta los 280.
Pero este motor aunque sea tan potente como nos tiene acostumbrados Audi, tiene unos consumos que se rebajan un 17% respecto al anterior motor V8 que montaba el modelo de 2012. Y toda esta potencia es transmitida al suelo por medio del sistema de tracción integral permanente quattro y de su cambio deportivo de ocho velocidades Tiptronic. En conducción normal el sistema envía más fuerza al eje trasero y si lo necesitamos puede repartir potencia de forma automática rápidamente al otro eje. Su conducción dinámica es uno de los recursos que carácterizan a este familiar y la suspensión contribuye, y de qué manera, en este aspecto. Con la suspensión deportiva RS que forma parte del equipamiento de serie, el Audi RS4 Avant es siete milímetros más bajo que el S4 con suspensión deportiva. Además, con la ayuda del Audi drive Select, el conductor puede influir en la respuesta de la amortiguación en tres niveles y personalizar su experiencia de conducción.
Y si en su exterior se ve el salto llevado a cabo por Audi, en el interior presenta cambios que ya eran necesarios. La pantalla táctil de 10,1 pulgadas del MMI touch es el centro de control del nuevo sistema operativo proporcionando feedback acústico y que además asume las funciones del anterior mando giratorio de la consola central. A parte, el Audi Virtual cockpit completa un interior renovado y moderno que hace que podamos tener al alcance de una mano todo lo necesario.
Toda esta deportividad que destila el RS4 Avant se acompaña con la versatilidad que conlleva un familiar por lo que no solo podremos ir rápido sino que sigue representando lo que en 1994 repsentó el RS2 Avant, el predecesor de todos los modelos RS.