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El impresionante Audi que soñaba con ser un Ford y que pulverizó un récord con nombre de película en EE.UU.

Una de las proezas automovilísticas más asombrosas y controvertidas de la historia reciente tiene un Audi RS6 como protagonista. Pero este vehículo tiene una particularidad, está camuflado como si fuese un Ford Taurus. Así disfrazado, este coche pulverizó el récord de la legendaria Cannonball Run al hacer el recorrido de costa a costa en 25 horas y 39 minutos

Este logro, aunque celebrado en ciertos círculos por su audacia y planeación, ha generado también fuertes críticas. Muchos consideran que es una actividad irresponsable que pone en riesgo la seguridad de los participantes y del resto de los conductores. A pesar de ello, la hazaña de Arne y su equipo queda registrada como un hito en la historia de las carreras ilegales.

El Audi RS6 disfrazado de Ford

La clave del éxito de este equipo radicó en el camuflaje. Su Audi RS6 fue transformado en un clon del Ford Taurus Interceptor, un vehículo policial común en Estados Unidos. La atención al detalle fue sorprendente: vinilos blancos en la parrilla, luces delanteras y traseras adaptadas, llantas negras, antenas de radio, pegatinas reflectantes, e incluso un emblema de Ford modificado con el logo de la marca alemana.

Pero el disfraz no era suficiente. Este vehículo estaba preparado para la alta competencia, con un motor ajustado para rendir 600 caballos de fuerza, un tanque de combustible adicional de 250 litros, y un arsenal de tecnología que incluía bloqueadores láser, detectores de radar y escáneres policiales. Además, el equipo contó con una red de colaboradores que monitoreaban la ruta en tiempo real para anticipar posibles problemas.

¿Qué es la Cannonball Run en la que se destacó este Audi?

¿Qué es la Cannonball Run en la que se destacó este Audi?

La Cannonball Run, una competencia no oficial que remite a la película de 1981 protagonizada por Burt Reynolds, consiste en recorrer 4.677 kilómetros desde Nueva York hasta California en el menor tiempo posible. Es una carrera que desafía no solo los límites de velocidad, sino también la vigilancia policial y la logística.

En esta edición, marcada por la reducción del tráfico debido al confinamiento global, Arne y su equipo llevaron la preparación al siguiente nivel, logrando una velocidad promedio de 180 km/h y deteniéndose solo 31 minutos para repostar. El Audi RS6 que soñaba con ser un Ford no solo logró su cometido, sino que también demostró que la creatividad y la preparación pueden superar incluso los desafíos más arriesgados.