Imagina que las autopistas de peaje que cruzas a diario en Galicia, esas mismas que conoces por sus paisajes verdes y su trazado estratégico, pueden ser gestionadas desde una oficina en Singapur. Aunque suene a una guion de película futurista, este escenario está más cerca de la realidad de lo que parece. Todo gracias a un fondo soberano, GIC (Government of Singapore Investment Corporation), que está en la línea de salida para adquirir una participación estratégica en Globalvia, el operador español que gestiona estas autopistas y otras infraestructuras de transporte en varios continentes.
1¿Qué estás pasando con Globalvia?
La historia comienza con la decisión del fondo canadiense OPTrust de vender su participación del 40,32% en Globalvia. Este operador no solo gestiona autopistas gallegas, sino que también cuenta con intereses en trenes de alta velocidad, autobuses y otras infraestructuras clave en más de una docena de países.
Con una valoración aproximada de 3.000 millones de euros (incluida deuda), Globalvia se ha convertido en un activo muy codiciado. Entre los interesados en esta operación, además del fondo soberano de Singapur, figuran otros pesos pesados como el fondo de pensiones de Québec (CDPQ), el fondo soberano de Abu Dabi (Mubadala), y gestoras de inversión de renombre como BlackRock y Blackstone.
Sin embargo, GIC parece llevar la delantera. Su interés no solo apunta a España, sino a reforzar su posición en el negocio global de infraestructuras y movilidad. Para Singapur, esta adquisición sería una pieza más en su estrategia de diversificación internacional, consolidando su presencia en sectores clave.