Imagina que las autopistas de peaje que cruzas a diario en Galicia, esas mismas que conoces por sus paisajes verdes y su trazado estratégico, pueden ser gestionadas desde una oficina en Singapur. Aunque suene a una guion de película futurista, este escenario está más cerca de la realidad de lo que parece. Todo gracias a un fondo soberano, GIC (Government of Singapore Investment Corporation), que está en la línea de salida para adquirir una participación estratégica en Globalvia, el operador español que gestiona estas autopistas y otras infraestructuras de transporte en varios continentes.
6¿Por qué Singapur apuesta por España?
España es un mercado estratégico para inversores internacionales debido a su posición geográfica y su red de infraestructuras bien desarrolladas. Pero GIC no es nuevo en este terreno. Ya tiene inversiones en bienes raíces, hoteles, centros logísticos e incluso en el sector sanitario, como su participación en Grifols. Este historial demuestra que Singapur tiene un interés de largo plazo en diversificar sus activos en Europa, y Globalvia encaja perfectamente en su estrategia.
El posible control de las autopistas gallegas por parte de Singapur es un ejemplo más de cómo el mundo está cada vez más interconectado. Lo que para algunos podría parecer una operación empresarial más, para Galicia y España representa una oportunidad y un desafío. Si GIC finalmente logra adquirir su participación en Globalvia, estaremos ante un cambio de era, donde las decisiones locales se tomarán con una visión global desde el otro lado del mundo. La pregunta es: ¿Estamos preparados para ello?