Las autopistas de peaje forman parte de nuestra red de carretas desde finales del antiguo regimen, teniendo su «boom de expansión e implantación» durante el desarrollismo industrial y turístico español, y la posterior entrada en el mercado y la unión europea, es decir durante la ultima década del pasado siglo.
1La histórica aparición de las autopistas en España
Corrían los años 60 y en pleno desarrollismo, España decidió incorporar un total de 7.000 kilómetros de vías de alta capacidad.
Pero hasta ese instante y salvo pequeñas mejoras, el plan de carreteras nacional se basaba en caminos y carreteras polvorientas, diseñadas a necesidad y con precariedad, con fundamento en una ley aprobada por el rey Alfonso XII en 1877, y que tendrían que sufrir los avatares de una guerra civil y el posterior periodo de reconstrucciones.
La primera autopista de España, que unía Madrid y Santa Eugenia antes de poder llegar a Valencia a través de Castilla La Mancha, llevaba en funcionamiento desde 1960, y la Jefatura del Estado fue a por más.
La falta de poder inversionista desde el estado y los últimos gobiernos tecnócratas, sobre una España en resurgimiento industrial y turístico, propicio que los actores privados económicos plantearan un programa de concesiones para la construcción y administración de este tipo de vías.
La Ley 8/1972, de 10 de mayo, de construcción, conservación y explotación de autopistas en régimen de concesión se encargó de poner en letra legal lo que era una realidad desde hacía unos años. No en vano el primer tramo de peaje había sido puesto en funcionamiento antes.