Mejor prevenir que curar… Solemos ser descuidados cuando no vemos el peligro de cerca. Nos relajamos si no somos conscientes de dónde están los problemas, pero puede que estén más cerca de lo que crees porque las probabilidades de tener que enfrentarte a averías en tu coche aumentan a medida que este se va haciendo más viejo.
Un buen mantenimiento, por tanto, es fundamental para evitar tener que efectuar una reparación de tu vehículo, que podría resultarte demasiado costosa dada su antigüedad, o que una inoportuna avería ponga en peligro tu seguridad y la del resto de personas que viajen contigo en ese momento.
6Problemas de combustible
Estos fallos no solo tienen que ver con quedarse sin combustible, que seguro que ha sido lo primero que te ha venido a la cabeza, sino también usar el tipo de gasolina no adecuada para el coche, como poner gasolina en vez de diésel o viceversa. Con menos frecuencia, también puede deberse a rellenar el tanque con combustible en mal estado.
¿Cuáles son las señales a tener en cuenta? Normalmente, estas averías se indican con una luz de verificación del motor, pitidos agudos, sonidos extraños en el motor o ruidos de traqueteo. No ignores estos pilotos porque podría causar daños más graves. En su lugar, llama a tu seguro para que lleven el coche a un taller y drenen el combustible para llenar el motor con el tipo de gasolina correcto.