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Avisador, detector e inhibidor de radares: cuál me deja llevar la DGT

Hoy hablaremos de este tema: avisador, detector e inhibidor de radares: cuál me deja llevar la DGT.

Hay que tener en cuenta que la mayor de las sanciones posiblemente podría recaer sobre aquellos conductores que cuenten con un inhibidor dentro del vehículo.

Es cierto que cualquier precaución es poca si nos fijamos en los radares de la DGT porque se encuentran agazapados en muchas ocasiones.

Aunque es cierto que existen personas que llevan en el interior del coche avisadores y detectores de radares porque quieren evitarse multas.

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¿Qué ocurre si llevamos un localizador de radares?

Es preciso que el lector tenga en cuenta que llevar un localizador de radares dentro de un vehículo supone una infracción grave.

De hecho la Dirección General de Tráfico lo castiga con una multa de la cantidad de 200 euros y le quitarían al portador una cantidad de tres puntos del carnet de conducir.

Es más, hay que tener claro que se trata de mecanismos que se consideran ilegales aunque la mayor parte de la multa no llega a recaer en el conductor.

En el caso de que se llegue a demostrar que el taller de vehículos ha colocado estos dispositivos en el interior de un coche la multa para la empresa alcanzará la cantidad de los 30.000 euros.

Aunque es cierto que se trata de una cifra que no se encuentra al alcance de muchos bolsillos ni mucho menos al alcance de los talleres.

Es cierto que para que puedas conocer la multa que puede llegar a caerte lo primero que tienes que tener en cuenta son las diferencias entre cada uno de estos dispositivos.

El inhibidor de radares es un aparato que impide al cinemómetro que actúe, esto quiere decir que se encarga de bloquear el mecanismo por medio de una tecnología láser.

Se trata de un dispositivo que es capaz de acabar con las máquinas que son fijas y móviles que la DGT tiene en cada una de las carreteras.