Con el cambio de color político de una gran mayoría de ayuntamientos, las ZBE pasan al panorama municipal, como el arma arrojadiza, y la controversia dentro de los planes de movilidad que la Lay de Cambio Climático preconiza e impone, pone de manifiesto la manipulación sobre los ciudadanos.
5También la Comunidad Valenciana
La coalición de derecha del Partido Popular y Vox conquistó también la Alcaldía de Castellón de la provincia valenciana, y Begoña Carrasco tomó las riendas del ejecutivo el 17 de junio y anticipó un compromiso: frenar el actual proyecto de Zona de Bajas Emisiones.
Para tal fin su equipo baraja pedir una moratoria a la Unión Europea, que por otra parte, tiene pendiente entregar a la ciudad 7,8 millones de euros, de los 10,5 millones presupuestados para la implementación de la política pública.
Esta transformación urbana buscaba, entre otras metas, reducir el vehículo privado, que representa aproximadamente el 80% de las emisiones contaminantes de Castellón, y la primera fase de dicha obra está adjudicada y aún más: tiene previsto el comienzo de su construcción este mes vigente.
