Una batería a base de agua y polímeros, en donde los metales no tiene presencia, es la protagonista de los investigadores de la Universidad Texas A&M, que han descubierto una diferencia del 1.000 % en la capacidad de almacenamiento de los electrodos.
Su composición y fabricación al no necesitar metales, como el escaso litio, abarataría la producción de los coches eléctricos.
Es decir, que a nivel estructural siguen en realidad el mismo esquema, pero en este nuevo tipo de acumuladores el cátodo y el ánodo son polímeros que pueden almacenar energía y el electrolito es agua mezclada con sales orgánicas.
4El prometedor devenir de las baterías para el coche eléctrico
Esto resuelve el enorme problema de la escasez del cobalto o el litio, entre otros materiales, y que además eliminan la posibilidad de incendio en las baterías.
Su diferente configuración química, basada en materiales altamente disponibles, hace que este nuevo tipo de baterías sean mucho más baratas que las que se están utilizando a día de hoy no solo en la industria del coche eléctrico.
Señalan que esta nueva tecnología de almacenamiento de energía es un gran avance hacia las baterías sin litio. Ya tienen mucha información sobre hacia dónde tiene que avanzar la investigación para que, efectivamente, en un futuro no demasiado lejano este tipo de baterías sean una posibilidad real a nivel comercial.