Imagina que has salido a cenar, disfrutas de una cerveza y decides conducir de vuelta a casa. Al poco tiempo, te encuentras con un control de alcoholemia, soplas en el alcoholímetro y… das negativo. Todo parece estar bajo control, pero, ¿significa esto que no has infringido ninguna norma? No tan rápido.
Aunque hayas dado negativo en un control de alcoholemia, beber alcohol mientras conduces puede conllevar consecuencias legales y sanciones, ya que esta acción está regulada por el Reglamento General de Circulación y por el Código Penal en España.
1¿Qué dice la ley?
La tasa máxima permitida en aire aspirado es de 0,25 mg/l para conductores habituales , mientras que los profesionales y noveles tienen un límite más bajo de 0,15 mg/l . Si superas estas cifras y das más de 0,60 mg/l , tu infracción pasa de ser administrativa a considerar un delito penal (artículo 379.2 del Código Penal). En estos casos, la sanción puede incluir multas, trabajos comunitarios e incluso penas de prisión de hasta seis meses, además de la retirada del carnet.
Sin embargo, lo que mucha gente desconoce es que el simple hecho de consumir alcohol al volante puede ser motivo de sanción , incluso si das negativo en el control de alcoholemia. Según el Reglamento General de Circulación, está prohibido conducir mostrando signos evidentes de disminución de capacidades o comportamientos imprudentes, como beber alcohol mientras se maneja. Es decir, si la policía observa que ingiriendo bebidas alcohólicas mientras conduce, puede multarte sin necesidad de que el alcoholímetro muestre una cifra elevada.