La cuarta generación del Bentley Flying Spur –modelo conocido también como Bentley Continental Flying Spur antes de 2013– se desvelará en una deseable versión Mulliner coincidiendo con la 15.ª edición del Grand Prix de Zoute, en Bélgica. Nos referimos, por supuesto, a los “modernos” Bentley Flying Spur, ya que este ilustre apellido se empleó en los Bentley S2 Continental entre 1959 y 1962, así como en su sucesor, el S3 Continental, fabricado hasta 1965.
El caso es que la versión más lujosa y potente de la ya de por sí lujosa berlina británica de cuatro puertas de corte deportivo será uno de los vehículos que intentará destacar entre los glamurosos clásicos y modernos deportivos que se dan cita en el evento y, más concretamente, en la Zoute Grand Prix Gallery.
Un Bentley Flying Spur Mulliner… y otros dos Mulliner de altas prestaciones
El Bentley Flying Spur forma parte de un trío de vehículos Mulliner totalmente nuevos, dotados de acabados más exclusivos y lujosos que los de las versiones estándar, junto con los Bentley Continental GT y GTC Convertible. En este caso, además, se parte de las potentes versiones Speed, por lo que al refinamiento extra se le suman las máximas prestaciones características de los Bentley con el sugerente apellido “Velocidad”.
Los tres modelos personalizados por Mulliner están animados por el exuberante sistema de propulsión híbrido enchufable de Bentley, que combina el habitual motor V8 biturbo de 4,0 litros empleado por los modelos más potentes de Audi, Lamborghini y la propia Bentley con un motor eléctrico. Así, a los 600 CV producidos por la unidad de combustión se suman 190 CV del motor eléctrico intercalado entre el V8 y la caja de cambios, totalizando una potencia conjunta de 782 CV, así como un par motor de 1.000 Nm, todo ello con una batería recargable en la red que proporciona hasta 76 km libres de emisiones.
Así es el Bentley Flying Spur Mulliner
El Bentley Flying Spur Mulliner expuesto en el Zoute Grand Prix y sus dos modelos hermanos se diferencian claramente por su exclusiva parrilla del radiador Floating Diamond, con acabado cromado brillante, así como por las carcasas de los retrovisores acabadas en plata satinada. Para el caso concreto del Bentley Flying Spur Mulliner se incluye de serie la icónica insignia del radiador Flying B, de Bentley, con acabado cromado o negro, además de nuevas rejillas de ventilación Mulliner a juego con la parrilla.
Estos vehículos Mulliner cuentan también con llantas exclusivas de nada menos que 22 pulgadas acabadas en Tungsten Grey o Gloss Black. En ambos casos, el acabado de las llantas incluye detalles pulidos y emblemas de rueda Bentley Mulliner que permanecen quietos mientras la rueda gira.
En el interior no faltan motivos acolchados Mulliner que se complementan con nuevas combinaciones de colores de la piel, con un tercer color de realce. Además, las tres versiones se ofrecen con asientos de confort, que incluyen funciones de bienestar como el «Postural Adjust» y el «Seat Auto Climate» para asegurar la relajación de los ocupantes incluso en los viajes más largos.
Con estas versiones, Mulliner demuestra su capacidad para llevar a cabo pequeñas y exclusivas series limitadas más allá de encargarse de personalizar unidades concretas a la carta según las especificaciones encargadas por los clientes. Asimismo, Bentley aprovecha para mandar el mensaje de que hasta las versiones más prestacionales pueden ser objeto de las personalizaciones más lujosas.
De hecho, la elección del escenario para presentar el Bentley Flying Spur Mulliner no es casual. El exclusivo Zoute Grand Prix, que reúne arte, patrimonio y lujo automovilístico, es un escaparate perfecto para unir los conceptos de máximo lujo y prestaciones. El evento se celebra del 3 al 6 de octubre en la ciudad costera de Knokke-Heist, a sólo una hora de Bruselas.
