El Bentley Mulsanne es una majestuosa berlina que mide nada menos que 5,57 metros de largo y presenta un suntuoso habitáculo donde el cuero y la madera inundan absolutamente todo. Eso sí, su maletero es algo justo si lo comparamos con el tamaño exterior, pues se queda en 443 litros. Y del peso casi mejor ni mencionarlo, pues si lo subimos en una báscula, ésta escala hasta los 2.760 kilos. Y si el peso es mejor no mencionarlo, qué decir del precio, ya que la versión «normal» cuesta nada menos que 357.500 euros. Hablamos del Bentley Mulsanne «normal», que ya cuenta con un motor V8 de 513 CV, pues el que aquí nos ocupa es la variante Speed, cuyo propulsor escala hasta los 537 CV y su precio puede acariciar fácilmente los 400.000 euros.
Un impresionante motor V8 Biturbo
Para comenzar, el motor se ha rediseñado para que el bloque de 6.750 centímetros cúbicos y 8 cilindros en V con dos turbos, genere una potencia de 537 CV, mientras que el par máximo se eleva hasta los 1.100 Nm a sólo 1.750 rpm. Esto ha sido posible gracias a que Bentley ha mejorado las cámaras de combustión, los inyectores, las bujías y también la relación de compresión. También se ha optimizado la distribución y el control de los turbos.
Así, sus casi 2.800 kilos vuelan literalmente hasta los 305 km/h, mientras que es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en tan sólo 4,9 segundos, y eso que semejante potencial se traslada exclusivamente a sus dos neumáticos posteriores (296 km/h y 5,3 segundos para el Mulsanne «normal»).
Además de ser más potente, el Bentley Mulsanne Speed es más eficiente ya que dicho propulsor suma el sistema de desconexión activa de cilindros (lo que en Audi se denomina Cylinder On Demand y en Volkswagen, Seat y Skoda, ACT). Ello hace que en determinadas ocasiones el propulsor funcione como un V4, por lo que el consumo medio y las emisiones han bajado un 13 por ciento respecto al Mulsanne. Aún así, este salón volante devora una media de 14,6 l/100 km y sus emisiones son de 342 g/km de CO2. En Bentley están orgullosos y dicen que cada depósito da para hacer 80 kilómetros extra (en él caben nada menos que 96 litros). Con todo ello, este Bentley Mulsanne Speed cumple la norma Euro6.
Posición Sport para el cambio y la suspensión
La caja de cambios ZF de 8 velocidades también sufre ligeros cambios para adecuarla al potencial del Mulsanne Speed, pero lo más llamativo es la adopción de una posición Sport que mantiene el propulsor siempre por encima de las 2.000 rpm, de manera que sus dos turbos estén siempre respirando a pleno pulmón.
Las suspensiones neumáticas también adquieren un tarado más firme en su modo Sport, aunque seguirán siendo más que amables con el pasaje, tal y como se espera en un vehículo como es el caso de un Bentley. Al activar este modo, la dirección también se vuelve más directa.
Más de 125 colores para la carrocería
Estéticamente, esta versión Speed se diferencia del resto gracias a detalles como las parrillas en negro brillante, los paragolpes más deportivos o sus dobles tubos de escape. Pero otro detalle singular son sus llantas forjadas de 21 pulgadas, que se equipan con unos neumáticos 265/40 ZR21. Tras ellas encontramos un potente equipo de frenos con discos delanteros de 400 mm y traseros de 370 mm.
Bentley ha creado cuatro nuevos colores para su Mulsanne Speed, que son: Spectre (negro), Caramelo Rojo, Camel y Marlin (azul). Así, ofrece un total de 25 tonos diferentes como estándar, pero de manera opcional, cuenta con más de 100 colores diferentes. Aún así, si el cliente no encuentra su color ideal entre estos más de 125, Bentley siempre puede crear «su color».
Equipamiento de máximo lujo
Si el exterior se puede personalizar al gusto, por dentro sucede más de lo mismo. Sus asientos ofrecen 24 colores diferentes de cuero, diferentes colores para las costuras, emblemas Bentley bordados, asientos con acolchados en diamante… Y para este Speed incluso se puede optar por un interior revestido en fibra de carbono. Tampoco falta un navegador con disco duro de 60 Gb, conexión WiFi, enfriador de botellas, copas de champán de cristal e incluso un sistema de sonido Naim con 14 altavoces y una potencia de 2.200 vatios que nos aislará del rugido de sus 537 CV.