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A Bernard Arnault no lo dejaron entrar a su propia empresa por conducir este coche

El nombre de Bernard Arnault es sinónimo de lujo, poder y una inmensa fortuna. Dueño de un imperio que incluye marcas icónicas como Louis Vuitton, Moët & Chandon y Tiffany & Co., el empresario francés ha consolidado su posición como uno de los hombres más ricos del mundo. Con una fortuna de más de 167.600 millones de euros, podría permitirse cualquier capricho que su vasto patrimonio le permita, desde mansiones en lugares exclusivos hasta coches de alta gama.

Sin embargo, una de sus decisiones más curiosas en cuanto a automóviles lo llevó a vivir una insólita anécdota que lo dejó fuera de su propia empresa. En lugar de optar por un coche deportivo exótico o una berlina de lujo con todas las comodidades, Arnault eligió un modesto coche para moverse por la ciudad. Este vehículo, que no se asocia precisamente con los millonarios, provocó que no lo dejaran ingresar a su propia compañía.

¿Cuál es el coche que conduce Bernard Arnault?

¿Cuál es el coche que conduce Bernard Arnault?

Bernard Arnault adquirió un Peugeot 205 en su versión GTI de 1990, con 130 caballos de fuerza y un motor 1.9 de gasolina. Lo más sorprendente fue la medida de seguridad que decidió tomar: mandar blindar el coche, convirtiendo en el modelo más seguro del mundo. El coche fue completamente desmantelado para dotarlo de protección B2, capaz de resistir disparos de armas cortas, tanto en los cristales como en la carrocería. Esta modificación le añadió unos 500 kg de peso al coche, lo que obligó a adaptar las suspensiones y los frenos para mantener la estabilidad del vehículo.

Lo más llamativo es que, a pesar de la discreción y seguridad que buscaba con este vehículo, el Peugeot 205 de Arnault terminó siendo una verdadera pieza de conversación. No solo por la anécdota en sus oficinas, sino también porque en 2018, tras casi 30 años de uso y con solo 15.000 kilómetros en su marcador, decidió vender el coche por 37.500 euros.

La historia de que cuando a Bernard Arnault no lo dejaron entrar a su oficina por este coche

La historia de que cuando a Bernard Arnault no lo dejaron entrar a su oficina por este coche

A pesar de los esfuerzos por mantener la discreción y seguridad con este vehículo, el peculiar gusto de Bernard Arnault por su coche le causó una situación incómoda en la propia sede de su empresa en París. Un día, durante el fin de semana, el magnate decidió acercarse a sus oficinas a bordo de su apreciado automóvil. Al llegar, el guarda de seguridad —nuevo en el puesto— no podía creer que alguien como este empresario llegara conduciendo un vehículo de estas características.

El guardia, convencido de que un multimillonario no podría estar al volante de un Peugeot 205, se negó a dejarle pasar. Después de una intensa discusión, en la que Arnault intentó sin éxito convencer al guardia de su identidad, finalmente logró cruzar las puertas de su empresa, aunque no sin antes haber pasado un mal rato. La situación, que podría parecer sacada de una película, refleja cómo incluso las personas más poderosas pueden enfrentarse a situaciones absurdas por sus elecciones poco convencionales.