Las bicicletas eléctricas son un medio de transporte más, que contribuye a la movilidad sostenible dentro de las grandes urbes. Hay ciudadanos que directamente poseen una en propiedad y la utilizan con frecuencia, y otros que prefieren alquilarlas. La diferencia principal respecto a los modelos convencionales es que disponen de pedaleo asistido, de manera que se reduce de una manera considerable el esfuerzo.
1Un vehículo sostenible
La «bici» eléctrica es un vehículo que lleva incorporado una batería que es capaz de almacenar la energía, y que suele estar hecha de plomo, de níquel e hidruro metálico, o de ion-litio.
En promedio, permite una autonomía de alrededor de 30 kilómetros hasta tener que volver a recargarse de nuevo. Además de este elemento, incluyen otros que las diferencian de sus hermanas convencionales, como, por ejemplo, el motor eléctrico, que suele estar integrado en una de las ruedas, normalmente, en la trasera.