Van a ser muchas las novedades que prometen las marcas para este 2021. La mayoría de ellas con acento en lo electrificado y lo ecológico. Pero aún hay sitio para modelos clásicos, deportivos sin compromisos que permitan a los aficionados seguir vibrando con la conducción pura y radical.
Entre ellos, en lugar destacado, sin duda, van a estar dos nuevos M de BMW, el M3 y el M4 que, para más inri, reciben una vuelta más de tuerca a su rendimiento en las versiones Competitition. Los BMW M3 y M4 Competition han querido 'despedir el año' en Madrid y mostrarse por primera vez antes de su lanzaminento, que será en la primavera de este recién comenzado 2021.
Dispuestos a no pasar desapercibidos, en BMW han decidido que para esta 'gira' de presentaciones informales, lo mejor es llamar la atención, tal como harán cuando lleguen al asfalto. Por eso se han elegido dos colores que son cualquier cosa, menos discretos. El M4 en un naranja cobrizo y el M3 en un verde muy personal. Y lo segundo en lo que nos fijamos es en las llamativas y enormes parrillas delanteras que pierden parte de su esencia al tener colocada la matrícula en el centro. Se podría haber optado por una placa pequeña en un lado al estilo del Alfa Giulia, para mantener el diseño, arriesgado, de la parrilla.
510 caballos bajo el capó
La vista en ambos es impresionante y eso que nos falta lo más importante: arrancarlos y escuchar su potente rugido, que anunciará unas prestaciones y un rendimiento absolutamente deportivos.
Porque no hay que olvidar lo que no se ve y que es la auténtica esencia de estos M3 y M4 Competition. Bajo el capó hay un 3.0 Biturbo de seis cilindros que en este caso llega hasta los 510 caballos -30 más que en los M3 y M4 'normales'. Con ello la velocidad máxima alcanzará los 290 km/h y la aceleración de 0 a 100 km/h se resuelve en solo 3,8 segundos -tres décimas menos que en sus hermanos.
Más características que anuncian lo que van a ser estos M3 y M4 Competition. Por ejemplo, la tracción total, específica para estos modelos y que ha sido diseñada para mantener el ADN propio de BMW, es decir la propulsión trasera. Por ello, la firma alemana ha trabajado para que en circunstancias normales se envíe toda la tracción al eje trasero, para que el comportamiento sea el clásico en un BMW.
Además, solo va a estar disponible el cambio automático, aunque pensando en los más puristas de la conducción deportiva, este cambio dispondrá de un modo manual que se controla desde las levas ubicadas en el volante.
Ya falta menos; el primer contacto nos ha abierto el 'apetito'…
