Aprovechando la llegada de las versiones más radicales de la Serie 3 y Serie 4, los M Competition, la firma germana ha querido hacer un repaso histórico de la variante del Serie 3 más rápida jamás vista. Su historia se remonta al Salón de Fráncfort de 1985, con la aparición del primer E30.
Siete años después, en 1992, llegó al mercado la segunda generación del M3 (conocida como E36). Los chicos de BMW trabajaron para darle un toque más elegante, mientras que las referencias al mundo del motor fueron más discretas. A pesar de ello, bajo el capó escondía un bloque de seis cilindros en línea que llegó a entregar 321 CV.
Ya en el año 2000 llegó una nueva generación del BMW M3 (E46). La firma germana apostó por darle una imagen claramente deportiva que se conjugaba a la perfección con su nuevo corazón, un motor de seis cilindros en línea de 343 CV a 7.900 rpm.
La cuarta entrega de la saga (E92) llegó en 2007 con una imagen que dejó a los amantes de la deportividad con la boca abierta. Tan solo compartía con el Serie 3 Coupé las puertas, la tapa del maletero y los grupos ópticos, mientras que su motor de ocho cilindros en V se beneficiaba de 420 CV entregados a 8.300 rpm.
Presentada en 2013, aunque no llegó a sus clientes hasta marzo de 2014, la quinta generación del BMW M3 (F80) trajo novedades importantes. Su variante coupé cambió de denominación para encajar en la nueva distribución de la gama, desde entonces M4. Además, regresó el motor de seis cilindros en línea con una potencia de 431 CV que llegarían hasta los 460 en la variante CS.
Con la nueva generación calentando (llegará en primavera), la historia del M3 se repite: un motor 3.0 Biturbo de seis cilindros que llega hasta los 510 CV. Con ello, alcanzará los 290 km/h y conseguirá pasar de 0 a 100 km/h en tan solo 3,8 segundos.
