La marca germana nos acaba de presentar la versión más radical de su berlina de altas prestaciones. El nuevo BMW M5 Competition, que ya es una realidad, combina un rendimiento supremo y exclusividad con la practicidad de uso diario. Esta bestia llega con una potencia del motor aumentada a 625 CV (25 CV más que el nuevo M5), una respuesta más precisa y un chasis configurado a medida.
Aumento de 25 CV
Para empezar, los chicos de BMW Motorsport han conseguido subir el listón con un impresionante motor 4.4 litros V8 TwinPower Turbo que extrae la friolera de 625 CV a 6.000 rpm y 800 Nm, lo que le coloca por encima de los Audi RS6 Avant Performance y de los Mercedes-AMG E63 S 4Matic+.
Debido a este aumento de potencia, el BMW M5 Competition rebaja de 3,4 a 3,3 segundos su tiempo para acelerar de 0 a 100 km/h. Además, su velocidad máxima podría ser de 305 km/h.
La función de transmitir toda esta potencia al motor vuelve a correr a cargo de la transmisión M Strptronic de ocho velocidades. Cuenta con tres modos diferentes, que se activan desde el interruptor Drivelogic en el selector de marchas y ofrecen un tipo de conducción eficiente, deportiva o ultradinámica. Además, contará con el sistema de tracción M xDrive, que a través del Diferencial M Activo canaliza la potencia del motor a las ruedas sin pérdida en el proceso.
Su sistema de escapes de M Sport específicos con embellecedores del tubo de escape en cromo negro le proporciona un sonido inconfundible. Esta versión del escape de doble tubo controlado por válvulas genera un tono más deportivo, sobre todo cuando llevamos el motor a su punto máximo.
Otra de sus novedades es la inclusión de un soporte del motor específico para este modelo. El soporte del motor tiene aspectos modificados y un aumento de la elasticidad de sus muelles de los 580 N/mm del M5 estándar, a 900 N/mm.
Chasis configurado a medida
El nuevo BMW M5 Competition viene equipado con una tecnología de chasis equivalente al rendimiento de su motor. Se ha rebajado la altura del vehículo en siete milímetros y se incluyen ajustes en la suspensión de las ruedas, muelles y amortiguadores. Las ruedas delanteras llevan una mayor caída para mejorar su capacidad de absorber fuerzas laterales en curvas rápidas. Se han acoplado los extremos de los brazos de la suspensión con rótulas, en lugar de silentblocks de goma que le da una mayor precisión al eje trasero. Además, una nueva barra estabilizadora le ofrece mayor firmeza al eje delantero.
Para completar todas estas características, se incluyen unas llantas de 20 pulgadas exclusivas de aleación ligera M con diseño de radios en Y en acabado bicolor, calzadas con neumáticos con medidas de 275/35 R20 en el eje delantero y 285/35 R20 en el trasero.
Otras características de diseño son las manillas de las puertas pintadas en el color de la carrocería y una gran cantidad de detalles terminados en negro brillante (bases, los triángulos, las cubiertas de los espejos retrovisores y en la malla decorativa de las branquias BMW M de los paneles laterales delanteros). Este esquema de color se combina con el acabado Shadow Line de alto brillo.
En lo que respecta a su interior, destacan los cinturones de seguridad negros con líneas en colores de BMW M GmbH o las alfombrillas con la trama específica del modelo, así como el logotipo «M5», que le dan un carácter exclusivo.
Limitado a 200 unidades
La joya de la corona de la gama estará limitada a 200 unidades y su producción se iniciará el próximo mes de julio. Todavía no se han ofrecido datos sobre su precio, pero para que te hagas una idea, la versión básica tiene un precio de 136.600 euros.
