Los nuevos BMW M8 Gran Coupé y M8 Competition Gran Coupé representan el a la perfección el espíritu deportivo de la firma germana al mismo tiempo que demuestran que para disfrutar del dinamismo de una conducción deportiva no es necesario renunciar a ciertas comodidades.
Estos dos nuevos sedanes con cuatro puertas vienen derivados directamente del M8 Coupé, siendo adaptados tanto su motor como su suspensión y aerodinámica para encajar a la perfección con este nuevo vehículo. Y es que BMW no ha reparado en gastos a la hora de hacer un coche completo y han estado probando estos vehículos de cabo a rabo en el varios circuitos entre los que se encuentra, como no podía ser de otra manera, el de Nürburgring.
Pero la joya más preciada que esconde este coche se encuentra bajo su capó, un V8 twin-turbo que entrega una potencia de 600 CV en el caso del M8 Gran Coupé y que sube hasta los 625 caballos en el caso del M8 Competition Gran Coupé. Esto se combina con una caja de cambios de ocho velocidades M Steptronic y un sistema de escape deportivo M que hará que las cabezas de los paseantes se giren hacia nosotros cada vez que pasemos por delante. Con todo esto, este deportivo con envoltorio de sedán acelera de 0 a 100 km/h en tan solo 3,3 segundos y si nos encontramos al volante del M8 Competition Gran Coupé, esta cifra se reduce a 3,2. Gran parte de esta aceleración se la deben a su sistema de tracción integral M xDrive. Este sistema, que cuenta con un diferencial activo M en el eje trasero, envía siempre por defecto potencia a las cuatro ruedas, pero si se quiere, podremos elegir en los ajustes entre el modo 4WD Sport, lo que hará que se envíe una cantidad mayor de energía al eje trasero o desactivar el DSC (Control Dinámico de Estabilidad), lo que hará que la tracción pase a ser cosa únicamente de las ruedas traseras, por lo que la diversión y el piloto entrarán en acción.
Un sedán con mal genio
Y es que aunque estos modelos estén pensados para ser más prácticos y parecerse a berlinas de lujo, su carácter no es otro que el de un vehículo lo más deportivo posible como nos tiene acostumbrados BMW cada vez que vemos el emblema M en uno de sus coches. Un botón de ajustes en la consola central es el punto de acceso a un universo de deportividad y diversión. Con él, el vehículos nos da acceso directo a que ajustemos a nuestro gusto todos los parámetros del motor, amortiguadores, dirección, tracción y sistema de frenado. Además, podremos también elegir, sumado a los modos Road y Sport, el modo Track que hará las delicias de los más exigentes.
Pero no todo es potencia desenfrenada en estos modelos, el diseño también juega un papel importante en la identidad de estos dos M8 Gran Coupé y M8 Competition Gran Coupé. La silueta deportiva se mantiene a pesar de contar con cuatro puertas para facilitar el acceso. Tomas de aire de gran tamaño, pasos de rueda musculosos, espejos retrovisores con un perfil aerodinámico claro, el alerón trasero y muchas otras características distintivas M harán que estos dos Gran Coupé no pasen desapercividos. Además, la primera edición del M8 Gran Coupé; llamada First Edition y limitada a 400 unidades, contará con elementos exclusivos como la pintura metalizada Verde Diamante Aurora con detalles en bronce dorado.
Entre el equipamiento de serie que traen estos modelos encontramos: luces LED adaptativas con BMW Laserlight, un Head-Up Display específico M, asientos deportivos M Sport, asistentes tanto de conducción como de aparcamiento, los últimos avances en cuando a conectividad, el cuadro de instrumentos digital BMW Live Cockpit junto con el sistema de navegación o el asistente personal inteligente de BMW.
Y es que la firma alemana siempre destaca por la deportividad de sus vehículos M así que con estos M8 Gran Coupé y M8 Competition Gran Coupé el listón lo encontramos muy arriba.
Se presentarán al público en su debut mundial en el Salón de Los Ángeles en noviembre de 2019 y se espera que lleguen al mercado sobre el mes de abril de 2020.