Hace poco más de dos meses tuvimos ocasión de conocer en exclusiva el nuevo Serie 2 Gran Tourer y ahora acabamos de tener nuestro primer contacto dinámico por carreteras croatas y saber el interés que mueve a BMW a apostar por vehículos monovolumen.
Esta marca dispone de una amplia oferta de modelos, pero carecía de una gama enfocada hacia la familia. Cuando aparecían los niños algunos buscaban refugio en las carrocerías Touring, pero muchos tenían que abandonar la marca. Ahora se ha frenado de golpe esa tendencia, como demuestra el hecho de que se hayan vendido 33.000 unidades del Serie 2 Active Tourer, el primer modelo que ofreció soluciones familiares en BMW de 'verdad'.
Ahora la oferta se completa con el Serie 2 Gran Tourer, un modelo todavía más práctico y amplio, ya que ofrece la posibilidad de montar hasta siete plazas, una opción que todavía no está cerrada en precio, pero que rondará entre los 600 y los 800 euros.
Tercera fila, escasa
El nuevo modelo es 21 centímetros más largo (11 de ellos registrados en la distancia entre ejes) y el conjunto es 5,3 centímetros más alto. La segunda fila se puede desplazar hasta 13 centímetros, ha ganado 10 en el ancho de la banqueta y se eleva 3,5 centímetros para que los ocupantes de la tercera fila puedan meter los pies por debajo y ganar confort. Aún así su uso para adultos es muy ocasional.
También el maletero ha crecido. Ofrece 645 litros y en caso de necesidad hasta 1.905. Si instalamos los dos últimos asientos perdemos 85 litros y la posibilidad de llevar rueda de repuesto, y si utilizamos las siete plazas nos quedarían 145 litros.
La gama inicial contempla cinco motores, siendo las versiones de entrada en gasolina y en diésel de tres cilindros. No tuvimos ocasión de probarlas en Croacia, pero sí conducimos casi 300 kilómetros con el 220d xDrive y con el 220i, ambos con la opción más que recomendable de la caja automática de ocho relaciones.
El diésel, un rutero infatigable
El primero es un rutero infatigable, recupera de maravilla y el conjunto se mueve con gran agilidad debido al trabajo de la tracción total y al empuje de sus 190 CV. El tacto general es muy agradable.
Más 'rebelde' es el 220i de 192 CV. El tacto del motor nos ha gustado más porque da más juego por 'arriba' y recupera de una manera excelente, ya que aunque el valor de par motor es inferior al del diésel, lo ofrece bastante antes y compensa.
De todas formas hay que cambiar el 'chip' porque es un BMW especial. Recordar que hablamos de un monovolumen con tracción delantera, y se hace raro 'perder rueda' delante en un vehículo de esta marca. Aún así se muestra realmente estable y confortable, aunque las unidades probadas llevaban suspensión adaptativa y el programa de conducción Driving Experience Control, que ajusta los parámetros de los amortiguadores, el motor y el cambio.
Hablar del equipamiento daría para mucho, tanto en confort como en seguridad y conectividad enfocada a grandes y pequeños. Este modelo dispone de cuatro líneas de acabado (además de la básica) y llega en junio.
Los precios
Modelo | Cambio | Combustible | Potencia | Precio |
218i | Manual | Gasolina | 136 CV | 30.550 euros |
220i | Automático | Gasolina | 192 CV | 35.250 euros |
216d | Manual | Diésel | 116 CV | 29.950 euros |
218d | Manual | Diésel | 150 CV | 32.350 euros |
220d xDrive | Automático | Diésel | 190 CV |
40.350 euros |