Mantiene el nombre, pero poco más. El X1 abrió en 2009 una nueva vía y se ha convertido en un modelo de éxito en BMW, donde las variantes 'X' protagonizan un 30 por ciento de las ventas totales de la marca. Ahora llega la segunda generación, completamente nueva, ya que parte desde la plataforma que ya estrenaron en su día el Serie 2 Active Tourer y el Serie 2 Grand Tourer.
Esto ha provocado una mayor libertad en su diseño. Ahora es más corto, más ancho y más alto, y se ha mejorado la visión al estar situado el puesto de conducción cuatro centímetros más elevado.
85 litros más de maletero
Quizás más importante sea el incremento protagonizado en su habitabilidad. Al ubicar ahora los motores en posición transversal se ha conseguido aumentar hasta 37 milímetros el espacio disponible para las piernas en las plazas traseras, situándose en niveles propios de todo un Serie 5. La banqueta posterior se puede desplazar longitudinalmente por partes hasta 13 centímetros y el maletero también aumenta 85 litros su capacidad respecto al modelo anterior, hasta firmar 505. Por cierto, el portón se puede abrir y cerrar de manera eléctrica, incluso tras mover el pie por debajo del paragolpes.
Otra novedad de peso es que la variante sDrive18d recurre a la tracción delantera, en lugar de la propulsión trasera de la que hacía gala la generación anterior. El resto de modelos apuesta por la tracción total xDrive, pero mejorada, al reaccionar con más rapidez. El chasis también contempla en opción una dirección deportiva variable y un control dinámico de la suspensión DDC. Además, el sistema Driving Experience Control (de serie) permite elegir entre tres modos de conducción: Confort, Sport y Eco Pro.
Cuatro motores distintos
Bajo el capó también hay estrenos en forma de una nueva familia de motores. En su lanzamiento, en octubre, dispondrá de cuatro variantes, una de gasolina y tres diésel, todas ellas de cuatro cilindros en línea, turboalimentadas y con un abanico de potencia que oscila entre los 150 y los 231 CV. La versión de acceso en diésel se asocia a una caja manual de seis velocidades; el resto monta una automática Steptronic de ocho relaciones tan eficiente como refinada.
En nuestra toma de contacto con la versión xDrive25d comprobamos su gran rendimiento, confort de marcha y gran estabilidad en zonas sinuosas. Incluso superamos las pruebas de un exigente circuito 'off road'.
Lo dicho, ahora sí que es un miembro 'X'…