El BMW X7 llegará al mercado a finales de 2018, para convertirse en el buque insignia de la gama SUV de la marca alemana. Y antes de ese momento, las unidades de preproducción ya han empezado salir de la factoría de Spartanburg, en Estados Unidos. La misma fábrica en la que la marca alemana produce también el X5 y el X6.
De hecho, los primeros X7 producidos allí, comparten la misma línea de fabricación con los dos SUV grandes de la marca alemana. Y todo su proceso de fabricación está en manos de un equipo especialmente entrenado para la producción de estas unidades de preproducción. Con ellos, los ingenieros de BMW comenzarán a realizar pruebas de homologación y test en carretera en todas las condiciones posibles, incluidas las más extremas, como el frío polar en Escandinavia o la resistencia a las altas temperaturas en zonas desérticas.
Con siete plazas
El estilo definitivo del X7 está en las líneas maestras del Concept X7 Performance, el prototipo presentado en el pasado Salón de Fráncfort. Contará con tres filas de asientos y siete plazas para dar respuesta a los SUV más grandes del mercado, como el futuro Mercedes GLS, Audi Q7 o Range Rover.
En su gama de motores, habrá propulsores diésel y de gasolina -se habla de un total de 7 motorizaciones- con una versión deportiva bajo la denominación M Performance, que utilizará un motor diésel de 6 cilindros. Y también contará con una mecánica híbrida enchufable como la utilizada por el BMW 740e, que será también usada por Rolls-Royce en su primer SUV, el Cullinan.