Es conocida por todos la historia que los chicos de Múnich tienen con los deportivos vehículos con carrocería roadster. Y esa historia comenzó a escribirse cuando en 1956 lanzan al mercado el legendario BMW 507.
Inspirándose en aquella bella criatura que a día de hoy alcanza precios desorbitados, la casa alemana decidió estrenar el Siglo XXI reeditando aquella joya y de la mente del diseñador Henrik Fisker nació este carismático BMW Z8, que ahora celebra sus 20 primaveras.
Este sorprendente descapotable se dio a conocer por vez primera en el Salón de Tokio de 1997, aunque por aquellos entonces llevaba el nombre de BMW Z07 y era todavía un prototipo. Pero ya en el Salón de Frankfurt de 1999 se pudo ver en todo su esplendor.
Utilizaba un 4.9 V8 con 400 CV
Los amantes de la firma alemana y con buenas cuentas corrientes reservaron el suyo de inmediato, que comenzarían a entregarse en primavera del año 2000.
El BMW Z8 destacaba por utilizar un chasis donde dominaba el aluminio y el reparto perfecto de pesos entre sus ejes del 50:50. Del deportivo BMW M5 de la generación E39 heredaba el corazón S62, un 4.9 V8 atmosférico capaz de ofrecer 400 CV, enviados a su eje trasero (donde había un diferencial autoblocante) por medio de un cambio manual de 6 velocidades. Combinado con su ligereza, se daba el gusto de acelerar de 0 a 100 km/h en 4,7 segundos y de alcanzar los 250 km/h de velocidad punta. Claro está, limitada electrónicamente.
A pesar de su corta vida, el Z8 se convirtió en un modelo realmente exclusivo… desde el mismo momento de su adquisición, pues BMW permitía a sus clientes visitar las instalaciones de Múnich donde estaban ensamblando su exclusivo roadster. Incluso cuando entregaban el vehículo, este se acompañaba de un libro con fotografías del proceso de fabricación de esa unidad en cuestión, además de muestras reales de la pintura o de la tapicería.
En los tres años que duró su producción, que se hacía de forma totalmente artesanal, se fabricaron 5.703 unidades para todo el mundo. Algunos de ellos encandilaron a nombres conocidos como a Steve Jobs, mientras que también hizo sus pinitos en la gran pantalla, pues uno de sus primeros propietarios fue el espía más famoso de toda la historia: James Bond. Y es que el Z8 apareció en 'El mundo nunca es suficiente'. Y no olvidemos que también realizó las funciones de vehículo de seguridad en el Campeonanto del Mundo de MotoGP en la temporada 2002.