Cuando subes a tu coche y ves el pequeño botón etiquetado como “ECO”, podrías pensar que se trata de un simple truco de marketing para hacerte sentir más responsable con el medio ambiente. Pero detrás de ese botón hay una ingeniería meticulosamente diseñada que no solo reduce el consumo de combustible o batería, sino que también puede cambiar la manera en la que interactúa con tu vehículo.
3Más allá del motor: el impacto en otras funciones
El botón ECO no se detiene en la mecánica del motor. También afecta sistemas como el aire acondicionado, que opera en un modo de bajo consumo al activarlo. Esto puede traducirse en una menor intensidad de refrigeración o calefacción, pero con el beneficio de optimizar el rendimiento energético general del vehículo.
Además, si tu coche tiene una caja de cambios automática, notarás que las marchas cambian más temprano, evitando revoluciones altas que demanden más combustible. Este ajuste puede ralentizar las aceleraciones, pero mejorar significativamente la eficiencia.