Los sistemas de aire acondicionado y el climatizador de nuestros coches cuentan tienen una función recirculación del aire o reciclaje del aire… de la que poco se habla. Este es uno de esos botones desconocidos porque apenas lo usamos. Sin embargo, hay que decir que su presencia se debe tanto a razones de comodidad como de seguridad. ¿Por qué existe este sistema? ¿Cuándo es útil utilizarlo? Ahora lo descubrirás.
El aire que ventila el habitáculo procede normalmente del exterior. Este aire tradicionalmente era aspirado por una boca de ventilación situada bajo el parabrisas, pero en los diseños más actuales suele estar más escondida. Cuando el aire es aspirado, atraviesa el bloque de acondicionamiento que lo dirige. Es entonces cuando modula su enfoque en función de las preferencias que elegimos de temperatura y orientación: ya sea hacia el parabrisas, hacia la cara o hacia los pies, o una mezcla de estos lugares.
5No uses mucho tiempo seguido la recirculación del aire
Una vez hemos dejado atrás la zona o el suceso que hizo necesario el uso de la recirculación del aire es recomendable desconectar la función y que el coche renueve el aire del habitáculo. Algunos coches disponen de un temporizador que por lo general limita la recirculación a unos 10 minutos… y esta cifra no es casual. Se considera el tiempo más recomendable para tenerla encendida.
No es aconsejable abusar del sistema de recirculación del aire. Condensa las lunas del vehículo, especialmente en invierno, y puede provocar somnolencia, reduciendo la concentración y los reflejos del conductor. Además es importante que estén limpios los filtros del sistema de ventilación o climatización del coche, y que se vayan cambiando según las indicaciones del fabricante en cuanto a intervalos de tiempo. Si esto no ocurre, a la larga pueden convertirse en un nido de bacterias que no mejorará, por ejemplo, si fumamos dentro del coche.