Corría el mes de octubre de 2020 cuando la compañía de Molsheim presentaba al mundo entero el impresionante Bugatti Bolide, una criatura que el propio Stephan Winkelmann, CEO de Bugatti por aquellos entonces, anunció como una máquina que tiene ‘cuatro ruedas, motor, caja de cambios, volante y, como único lujo, dos asientos’. Porque esta extraordinaria maravilla de la ingeniería no era otra cosa que un superdeportivo extremo que heredaba el ADN del Chiron, pero nacido para ser utilizado exclusivamente dentro de los circuitos.
Durante todo este tiempo la compañía de Molsheim ha estado trabajando a destajo para tener listo su impresionante Bugatti Bolide, el cual está comenzando a ser entregado a sus 40 afortunados dueños alrededor del mundo. No en vano hace solo unos días el propio Manny Khoshbin subía un vídeo a sus redes sociales para compartir la emoción de recibir una de estas criaturas en la propia puerta de su casa.
Del Bugatti Bolide se van a construir solo 40 unidades
Sin embargo, hay clientes del Bugatti Bolide mucho más discretos que Khoshbin, pero a la vez mucho más arriesgados que el magnate inmobiliario. Y es que para celebrar por todo lo alto la entrega de semejante maravilla, uno de esos propietarios cuya identidad se mantiene en absoluto secreto, decidió alquilar el impresionante Circuito de Las Américas (COTA) para exprimir semejante máquina como regalo de Navidad.
Como hemos dicho, la identidad de este afortunado propietario de un Bugatti Bolide se mantiene en absoluto secreto, pero la firma de Molsheim si que asegura en su comunicado que este cliente si que está debidamente familiarizado con dicho trazado que no falta a sus habituales citas anuales con la Fórmula 1 o Moto GP entre otras muchas competiciones automovilísticas. Trazado con 5.513 metros de recorrido, 20 desafiantes curvas, marcados desniveles… Todo lo necesario para poner a prueba la máquina más salvaje construida por los chicos de Molsheim en los últimos tiempos. Quienes además no quisieron faltar a la cita poniendo a disposición del cliente un completo equipo de ingenieros que comenzaron a adiestrar al piloto un día antes de su salida a pista.
Un equipo de ingenieros estuvo presente en todo momento
Día que comenzó con dos metódicas vueltas de calentamiento para poner a tono el Bugatti Bolide. Tras esa tanda el superdeportivo de la casa francesa regresó a boxes para medir todos sus niveles, presión de neumáticos… Todo lo necesario para volver a saltar al trazado de Las Américas y ahora si, exprimir al máximo su extraordinario 8.0 W16 con cuatro turbocompresores. Corazón que como sabrás, en semejante maravilla puede generar 1.600 CV de potencia a 7.000 rpm, además de 1.600 Nm a 2.250 rpm.
Fueron doce emocionantes vueltas en las que su afortunado propietario desató el potencial de este Bugatti Bolide, en las que incluso la lluvia puso su punto de emoción a la prueba en la que llegó a alcanzar una velocidad máxima de 333 km/h. Sin embargo, su propietario no buscaba la máxima velocidad, pero si la máxima emoción al volante de una máquina única y construida de forma artesanal según sus especificaciones. Y no se resistió en sus declaraciones tras su regreso a los boxes.
Un Bugatti Bolide inspirado en los clásicos modelos de la marca
“Sentarse detrás del volante de esta extraordinaria máquina fue inolvidable. Una vez entrenado, el Bugatti Bolide es, como se prometió, increíblemente fácil de manejar, su rendimiento es completamente manejable. Sin embargo, la sensación cuando sales de una curva, pisas el acelerador y sientes una oleada de potencia implacable es incomparable. Es todo el rendimiento, la comodidad y la innovación legendarios de Bugatti envueltos en una sola máquina. Aunque la lluvia fue un invitado inesperado, agregó una capa de emoción a este día especial. No puedo esperar para hacerlo de nuevo; ya estoy planeando otra sesión en febrero. Un gran agradecimiento a los equipos de Bugatti y Bugatti Beverly Hills por su increíble apoyo durante todo este viaje”.
Precisamente este sensacional Bugatti Bolide fue encargado en ilustres colores ya empleados por la casa francesa, como son el French Racing Blue y el Nocturne. Estas dos tonalidades se inspiran en icónicos modelos de la marca francesa, como puede ser el mítico Type 35, que claramente no usaba tanta fibra de carbono como esta maravilla, cuyo interior también combina los colores French Racing Blue y Beluga Black. Además, aquí dentro se puede apreciar una placa personalizada con la inscripción ‘Équipe Curtis’, que añade un toque personal, en honor al famoso equipo de carreras ‘Équipe Bugatti’ del propio Ettore Bugatti.
Una criatura con 1.600 CV, 1.600 Nm y 1.450 kilos
«Este tipo de experiencia, una máquina diseñada específicamente para la pista impulsada por el inigualable motor W16 de Bugatti, respaldada por nuestro dedicado equipo de expertos y capaz de ofrecer conducción extraordinaria en algunos de los circuitos más legendarios del mundo, es algo que solo Bugatti puede ofrecer. Con una rica herencia de carreras que incluye el Type 35, el auto de carreras más exitoso y ágil de todos los tiempos, Bugatti continúa encarnando la cima de la excelencia en ingeniería. El Bolide, con su diseño inflexible, muestra el compromiso de Bugatti con el rendimiento puro. Impulsado por el legendario motor W16, que ha sido el corazón de todos los Bugatti que circulan por la carretera durante 20 años, ofrece una experiencia de conducción sin igual, que supera los límites del rendimiento en pista. Esta primera experiencia en circuito es solo el comienzo, y habrá muchas más en 2025».
