Han pasado ya más de dos años desde que la firma de Molsheim presentó al mundo entero su impresionante Bugatti Mistral, una auténtica maravilla de la ingeniería que es mucho más que un Bugatti Chiron sin techo. Es un adiós por todo lo alto a toda una leyenda. Y es que hoy nos ponemos nostálgicos con estas dos joyas, los primeros Bugatti Mistral que cruzan el océano, porque con ellos ha comenzado el principio del fin a dos décadas del brutal corazón 8.0 W16.
Cuando aquel día los chicos de Molsheim presentaron este impresionante Bugatti Mistral lo dejaron cristalino. Esta maravilla de la que tan solo se van a construir 99 unidades para todo el mundo y que están debidamente adjudicadas, sería el último modelo de la casa francesa en utilizar ese motor 8.0 W16 con cuatro turbocompresores que estrenó en el año 2005 el sensacional Bugatti Veyron 16.4 con unos ‘discretos’ 1.001 CV de potencia.
El sensacional 8.0 W16 morirá con el último Bugatti Mistral
Cierto es que del artesanal ‘Atelier’ de Molsheim ya han salido otras unidades del Bugatti Mistral, como la llamada ‘World Record Car’ que consiguió alcanzar una velocidad máxima de 453,91 km/h en el trazado de Papenburg y erigirse como el descapotable de producción más veloz del planeta. Pero estas dos que ahora mismo tienes delante de tus ojos son las primeras que han sido debidamente empaquetadas y enviadas hasta Estados Unidos. Dos autenticas maravillas que parecen haber nacido para enfrentarse.
Mientras que una unidad de esos Bugatti Mistral luce una carrocería acabada en un siniestro Carbon Black, la otra emana luz con su brillante White Glacier. Tono que además se adorna con pinceladas en colores azul y rojo. Lo mismo ocurre en el habitáculo de estas dos joyas, porque la unidad acabada en Carbon Black apuesta por cuero Light Blue Sport, mientras que el pintado en White Glacier se decanta por el cuero que va a juego con su carrocería.
Dos unidades debidamente personalizadas por sus dueños
Lo que es común en estas dos unidades de Bugatti Mistral que viajan a Estados Unidos son unas molduras decorativas en fibra de carbono satinado, bordados con la silueta de este descapotable en su consola central, inserciones en cuero trenzado e incluso un pomo con el mítico elefante de la marca, motivo que también ha sido debidamente bordado en lo alto de sus extraordinarios asientos con estructura de fibra de carbono.
Como hemos dicho anteriormente, la compañía francesa tan solo va a construir 99 unidades de este Bugatti Mistral, todos ellos animados por ese memorable 8.0 W16 con cuatro turbos y capaz de proporcionar la friolera de 1.600 CV de potencia y de 1.600 Nm de par motor. Cifras que son enviadas a su sistema de tracción a las cuatro ruedas por medio de un cambio automático de doble embrague con 7 velocidades. Combinación gracias a la cual puede alcanzar esos fascinantes 453,91 km/h, aunque en su día la firma francesa habló de una velocidad punta limitada a 420 km/h. Que tampoco está nada mal.
Cuando fabriquen el último Bugatti Mistral arrancará ‘la era Tourbillon’
Desafortunadamente, cuando las 99 unidades de esta joya sin techo y cuyo precio parte de los cinco millones de euros sin impuestos (la unidad, no los 99), comenzará a escribirse un nuevo capítulo en Molsheim gracias a Tourbillon, una criatura que nace bajo la dirección de Rimac y que cambia por completo la filosofía que la firma francesa ha conservado desde el nacimiento del Bugatti Veyron 16.4 hace prácticamente 20 años. A pesar de conservar ese maravilloso número de cilindros: 16.
Como sabrás el Bugatti Tourbillon esconde en posición central un extraordinario corazón con 16 cilindros, pero en V, con 8.3 litros de cilindrada y atmosférico. Motor firmado en colaboración con los maestros de Cosworth, capaz de alcanzar las 9.000 rpm, así como de proporcionar 1.000 CV de potencia. Cifra que por si sola no eclipsa los asombrosos números de ese 8.0 W16, pero que gracias a venir acompañado de tres máquinas eléctricas llega a los 1.800 CV de potencia con los que ofrecer unas prestaciones de verdadero infarto.
Tourbillon será quien lleve a Bugatti a los 500 km/h
Tanto es así que se rumorea con que el Bugatti Tourbillon será la máquina que los chicos de Molsheim utilicen en su búsqueda por superar la barrera de los 500 km/h. Y eso que en su día dijeron que abandonaban los récord de velocidad. Ahora bien, habrá que buscar una pista acorde, además de algún inconsciente que deje en las manos del piloto de pruebas de la marca, Andy Wallace, su criatura, de la que solo se van a construir 250 para todo el mundo y por la que habrá pagado un mínimo de 3,8 millones de euros sin impuestos.
Fotos: Bugatti