Con sólo 450 unidades fabricadas de forma artesanal en la factoría francesa de Molsheim, el Bugatti Veyron es una máquina verdaderamente exclusiva. Cada uno de ellos es único y acalzan cifras elevadas en las subastas en las que se les buscan nuevos propietarios, pero siempre hay ejemplares aún más especiales que otros, como el que tienes ante tus ojos.
El último coupé fabricado
Este Bugatti Veyron Super Sport con una carrocería de fibra de carbono de color blanco esconde nada menos que el chasis #300, una cifra especial y que le convierte en el último Bugatti Veyron con carrocería coupé fabricado, pues los otros 150 ejemplares hasta completar los mencionados 450, ya son versiones Grand Sport y Vitesse.
Este ejemplar en concreto fue fabricado en el año 2013 y desde entonces sólo ha recorrido 308 millas (se han pasado por 8 para dejarlo en esa cifra tan especial). Además de ser el último Veyron coupé, esta unidad es la última de los 48 Super Sport fabricados, lo que le permite contar con el propulsor 8.0 W16 equipado con cuatro turbos, el cual es capaz de generar nada menos que 1.200 CV de potencia. Además es uno de los ocho Super Sport entregados en Estados Unidos.
Este ejemplar en estado de colección será subastado por los especialistas de RM Sotheby's en Arizona el mes que viene y habrá que estar atentos al precio por el que cambia de manos.