¿Tines o has conducido alguna vez un coche con motor diésel? Entonces seguro que te suena la siguiente frase: «Espera a que el testigo de los calentadores se apague antes de arrancar el coche». Si en su momento no la entendiste, no te preocupes porque ahora lo comprenderás todo…
Los calentadores tienen la función necesaria de facilitar el arranque de un motor diésel, pero son elementos mecánicos un tanto desconocidos ¡y su funcionamiento parece en muchas ocasiones magia negra! Eso sí, cuando se estropean, y arrancar el motor diésel se convierte en una tarea titánica, ya nos vamos dando cuenta de que son imprescindibles. Resolvemos la gran pregunta: ¿Por qué no debes encender el motor antes de que se apague su testigo?
3¿Cómo se puede saber que los calentadores están en mal estado?
Hay numerosas experiencias que relatan la misma historia con los calentadores como protagonistas. Cuando estos empiezan a fallar tras una noche fría, el motor puede arrancar sin mayor problema, pero al ralentí el coche es inestable durante los primeros segundos, mientras que por el tubo de escape sale un denso humo blanco. En estos casos la combustión no se produce adecuadamente en algunos de los cilindros del motor. Es decir, la mezcla se enciende a destiempo o no se enciende en algunos ciclos, aunque al medio minuto todo vuelva a la normalidad.
Si el testigo de los calentadores se queda encendido más de 10 o 15 segundos no debes pasarlo por alto. Sobre todo si esto ocurre en un día no muy frío. Será, casi seguro, garantía de que los calentadores estén gastados. Si ignoras los avisos que tu coche te da y no reemplazas las bujías de calentamiento, someterás al motor de arranque y la batería del coche a un esfuerzo extra. Un arranque con los calentadores en mal estado somete al motor a más desgaste durante los primeros compases, por culpa de la mala combustión.